En la misma semana en que, por primera vez, un precandidato del Centro Democrático aparece liderando una encuesta, al otrora aspirante más fuerte el CNE le abre investigación y la Fiscalía lo pondría en la mira por caso Odebrecht
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Determinantes. Así podrían ser dos hechos de estos últimos tres días para resolver uno de los dilemas más grandes del accidentado escenario político y electoral colombiano: la estrategia del uribismo para volver a la Casa de Nariño en los comicios presidenciales del próximo año.
De un lado, el domingo pasado se dio a conocer una encuesta de la firma Guarumo, que lidera el ex registrador nacional Carlos Ariel Sánchez, según la cual si las elecciones para la Jefatura del Estado hubieran sido el pasado fin de semana, el precandidato del Centro Democrático, senador Iván Duque, sería el más opcionado para la sucesión de Juan Manuel Santos, al acumular el 17,4% de las preferencias.
La precandidata de la Alianza Verde, Claudia López (15.8%), el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras (15.1%) y el exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro (14.2%) se ubicaron en los siguientes lugares de ese lote puntero.
Más atrás, en la media tabla de la encuesta, quedaron el exgobernador Sergio Fajardo (8.8%), el voto en blanco (8.2%), el precandidato del Polo Jorge Enrique Robledo (7.2%) y la opción del No sabe/No responde, que sumó el 6.8% de las respuestas de los consultados.
En el sótano de ese sondeo quedaron el precandidato liberal Humberto de la Calle (3.1%), la excandidata conservadora Marta Lucía Ramírez (2.5%) y el precandidato de La U, Juan Carlos Pinzón (0.9%).
Los resultados de la encuesta sorprendieron, pues es la primera vez que un precandidato uribista aparece liderando un sondeo, ya que por lo general, en las mediciones de las firmas más tradicionales, Vargas Lleras (Cambio Radical), Fajardo (Compromiso Ciudadano) o Petro (Progresismo) aparecen siempre en la punta. Ello, mientras que los precandidatos uribistas (Duque, Carlos Holmes Trujillo, María del Rosario Guerra, Paloma Valencia y Rafael Nieto) apenas si llegan al 4 por ciento, sumados.
En esas encuestas de firmas como Yanhaas, Gallup, Centro Nacional de Consultoría o Datexco, detrás del lote puntero se ubican -en distintos puestos- la exministra Clara López, la senadora Claudia Lópéz, Ramírez, el exgobernador Luis Alfredo Ramos, el exprocurador Alejandro Ordóñez, el propio Robledo y el senador liberal Juan Manuel Galán, superando a De la Calle.
Es más, en varios sondeos los precandidatos uribistas han sido superados por el propio ex vicepresidente Francisco Santos, hoy Director Programático del Centro Democrático.
Del sótano a…
Como se sabe, el uribismo cayó al sótano de la mayoría de las encuestas de los últimos tres meses, luego de que su perfil más fuerte en los sondeos, el del excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, decidiera suspender su precandidatura después de que su campaña de 2014 se viera salpicada por el escándalo Odebrecht. Antes de ello, Zuluaga se ubicaba detrás del lote puntero de Vargas, Fajardo y Petro.
Suspendida la precandidatura de Zuluaga (quien ganó la primera vuelta de las presidenciales de 2014 y perdió en la segunda ante Santos pese a sumar más de 7 millones de votos), el uribismo desapareció de la punta y la media tabla de las encuestas, quedando relegados al sótano todos sus precandidatos. Todo ello hasta que apareció, esta semana, sorpresivamente, Duque liderando la medición de Guarumo, que es una encuestadora creada hace poco tiempo.
¿Cómo pasó esto? Sencillo. La semana pasada la misma encuestadora había realizado otro sondeo en el que la pregunta principal era “¿Por cuál de los siguientes candidatos o partidos votaría en las elecciones presidenciales si fueran el próximo fin de semana?”.
El interrogante tuvo la particularidad de que a los consultados se les presentó una lista en la que se incluían por igual algunos nombres de candidatos y precandidatos así como de los partidos que aún no han definido su aspirante.
“Zuluaga, quien casi gana la Presidencia en 2014, no aceptaría ser una fórmula vicepresidencial en una coalición, pero Duque sí podría hacerlo”
Los resultados fueron los siguientes: Centro Democrático (24.3%), Alianza Verde (16.2%), Petro (13.5%), Vargas Lleras (11.5%), No sabe/No responde (8.3%), candidatos por firmas (7.3%), Robledo (6.9%), voto en blanco (5.7%), liberal (3.3%), conservador (2.5%) y La U (0.5%).
Esa misma encuesta, Guarumo preguntó por el favoritismo de los precandidatos en cada partido. Así, en referencia al uribismo, puso a competir a Duque, Trujillo, Guerra, Valencia y Nieto, ganando de lejos el primero con 46%, en tanto que el segundo puesto fue para la opción “Ninguno”, que sumó el 23,6%.
Así esas dos opciones sumaron más del 70% de las respuestas, en tanto Trujillo (13%), Nieto (8,4%), Valencia (4,6%) y Guerra (3,7%) quedaron muy lejos de Duque.
Con base en ello fue que, una semana después, en la segunda encuesta, Guarumo ya puso al senador Duque a competir directamente con los precandidatos y candidatos de otros partidos, quedando –como ya se referenció- de primero, con 17,4%, seguido de Claudia López (15.8%), Vargas Lleras (15.1%) y Petro (14.2%).
Golpe a Zuluaga
La segunda noticia que está moviendo fuertemente el escenario uribista tiene relación, precisamente, con Zuluaga. El CNE, el lunes en la noche, decidió abrir investigación administrativa y formular cargos a Zuluaga y su campaña de 2014. Se indaga si Odebrecht (envuelta en un escándalo internacional de soborno y tráfico de influencias) pagó por debajo de cuerda la mitad del sueldo del asesor político de la campaña uribista, Eduardo ‘Duda’ Mendonca.
En vista de esta decisión del CNE así como de la advertencia de la Fiscalía en torno a que tiene “certeza” de que tanto la campaña de Santos como de Zuluaga se beneficiaron de recursos de Odebrecht, es claro que la posibilidad de que el dirigente uribista reactive su precandidatura es muy complicada, no solo por las implicaciones de imagen, políticas y electorales de este megaescándalo de corrupción, sino porque el riesgo de un proceso penal en su contra es muy alto.
No hay que olvidar que en el propio uribismo hay voces que consideran que si bien Zuluaga es un precandidato fuerte (como lo evidenciaban las encuestas de comienzo de año) y tiene un antecedente electoral de 7 millones de votos, también implicaría un riesgo político muy alto para el Centro Democrático por los procesos administrativo y penal en su contra, y más aún en una campaña en la que las propuestas de los aspirantes en materia de lucha contra la corrupción serán tanto o más importantes que temas como el acuerdo de paz y la recuperación económica.
Es precisamente allí en donde surge la pregunta que esta semana muchos se están haciendo ¿Cómo explicar que en la misma semana en que Zuluaga recibe un golpe mortal a sus aspiraciones, se conoce la primera encuesta en la que un precandidato uribista va arriba en los sondeos?...
Un interrogante al que se le suman las persistentes versiones en torno a que el expresidente Álvaro Uribe y su entorno más cercano prefieren que una figura joven y fresca como la de Duque enarbole las banderas del uribismo, no sólo de cara a la competencia interna para definir candidato único (que podría hacerse por consulta popular, encuesta nacional o convención), sino con la mira puesta también en una eventual coalición multipartidista de centro-derecha con otros candidatos para ganar la Casa de Nariño. Es claro que Zuluaga, quien casi gana la Presidencia en 2014, no aceptaría, por ejemplo, ser una fórmula vicepresidencial de una coalición, pero Duque, con menor trayectoria política y electoral, sí podría hacerlo.
Además, en el Centro Democrático se continúa apostando a que si Uribe logró allanarle una gran votación a Zuluaga hace tres años, podría hacer lo mismo con Duque en 2018. El antecedente reciente del triunfo del No en el plebiscito refrendatorio del acuerdo de paz aumenta su optimismo.
Visto todo lo anterior, la pregunta es una sola: ¿Uribe ya estaría descartando a Zuluaga y optando por Duque?
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