El expresidente de Colombia Álvaro Uribe dijo el jueves en Miami que la negociación de paz que impulsa el gobierno de Juan Manuel Santos con las FARC es "una vergüenza" porque deja "al cartel más grande del mundo de cocaína" en la impunidad.
"Estamos pasando del honor de haber sido el ejemplo mundial en la lucha contra el narcoterrorismo, a la vergüenza de que a este gobierno le ha dado por negociar la política antidrogas con el mayor cartel de cocaína del mundo", afirmó Uribe, que gobernó de 2002 a 2010, en una conferencia de prensa antes de reunirse con empresarios de la Cámara Colombo-Americana en Miami (Florida, sureste de Estados Unidos).
El gobierno colombiano y las Farc establecieron hace un año en La Habana conversaciones de paz para poner fin a un conflicto armado de casi 50 años.
Ambas partes ya han llegado a consenso en los dos primeros puntos de su agenda de cinco, desarrollo rural y participación política, considerados como los más difíciles.
De acuerdo con Uribe, "la impunidad es la madre de nuevas violencias, y estas conversaciones por la paz con un grupo que queda en la más absoluta impunidad es una vergüenza para Colombia".
El expresidente estuvo acompañado por el candidato de su movimiento político a las elecciones presidenciales de 2014, Óscar Iván Zuluaga, quien afirmó que de llegar a la presidencia "dialogaría con los campesinos, pero no habrá diálogo con un grupo que sigue matando y extorsionando".
"Tienen que haber condiciones ante las Farc, de ninguna manera sumisión", indicó Zuluaga.
"Lo que se está discutiendo en La Habana es el camino para construir una paz con impunidad, por eso creo que los diálogos y la negociación de la paz no están en La Habana, y la agenda nacional no se puede discutir con las Farc", dijo Zuluaga, ampliamente promocionado por Uribe como candidato presidencial ante los empresarios de la numerosa colonia colombiana en el sur de Florida.
Uribe lamentó que, tras el "esfuerzo para eliminar cultivos en Colombia y ser un ejemplo mundial del lavado de activos", el presidente cause "la vergüenza de negociar".
"Antes de ser presidente, Santos aceptaba que estos grupos eran terroristas, ahora dice que son actores políticos. Estos criminales estaban arrinconados, ahora tienen arrinconado al gobierno", lamentó el expresidente.