En el primer Foro Mundial de Productores de Café que se desarrolló en Medellín, los presidentes de Centroamérica y puntualmente el de Honduras, Juan Orlando Hernández, hicieron un llamado para la unión de todos los países cafeteros que hoy venden grano a pérdida y en condiciones complicadas de siembra.
Defendió la existencia de un movimiento mundial que le diga al consumidor que quien sembró el café que ingiere, recibe lo justo y que ese caficultor les paga bien a sus trabajadores, cuida el medio ambiente y propende por diversidad. Solo así, manifestó el Presidente de Honduras se le puede decir al consumidor que la preferencia por ese café es un premio a buenas prácticas y a una merecida remuneración del bebestible.
Actualmente en Honduras se combina la actividad cafetera con otras tareas agropecuarias como es el caso de la cría de oveja que no solo brinda proteína sino que se utiliza para limpiar las fincas, es decir que hay doble ingreso.
Sobre la caída del acuerdo de cuotas que a criterio de algunos productores fue una jugada que propiciaron las multinacionales que transforman grano para manipular el mercado, el Presidente de Honduras expuso a EL NUEVO SIGLO que eso no hubiese pasado si hubiese existido en el momento una organización robusta de productores que velara por los intereses de los cafeteros.
“Cuando digo nuestros, lo digo como hondureño, como Presidente de la República y como productor de café y es por eso, insisto, que hay una ruta por seguir y es la fortaleza cafetera expresada en la articulación de países productores”, aseveró el Jefe de Estado de los hondureños.
El Presidente señaló que la idea nació en plena Cumbre del Clima, París 2015, cuando el precio del grano se desplomó y quedó planteado crear una asociación de productores. Consideró que si bien del dicho al hecho se dio un paso importante con la Cumbre Mundial de Productores de Café, ahora lo determinante es organizar la economía cafetera mundial y darle forma a la nueva asociación.
En este momento hay una orden del Presidente hondureño impartida a su ministro de Economía y es identificar los cinco productores más grandes de café de Honduras que representan la compra del 65% del grano. La idea del gobierno hondureño es que los compradores visiten Honduras porque a ellos les interesa también proteger la cadena para asegurar de mediano y largo plazo el café de aquellos productores que se sienten estimulados.
Manifestó que la figura que necesita la caficultura es la de la Organización Internacional de Países Productores de Petróleo, OPEP, solo que en este caso sería una OPEC.
Honduras produce ocho millones de sacos de café, pero el Ejecutivo reconoce que las siembras ya llegaron al límite, lo cual obliga a reinventar un sector que debe ser mucho más productivo, el cual se hará con el Plan de Manejo de Aguas, Bosque y Suelo, que está atado a un proyecto de desarrollo económico a cinco años y allí el café es un rubro estratégico para el país.
La idea es que los productores de café o del cultivo que sea, no pasen a las zonas de reserva o de amortiguamiento. Paralelo a mayor productividad, el Gobierno busca un mayor valor agregado en el café.
El gobierno de Honduras invitó a los empresarios colombianos, básicamente a uno que opera en siete u ocho con todo lo atinente a valor añadido para que lleguen a su país y generen todo tipo de oferta en el producto como los ‘pot’ y otro tipo de presentaciones y recetas.
El Mandatario aclaró que las fincas grandes y medianas en Honduras son las que menos café producen por cuanto el mayor volumen de café se produce en minifundios de menos de cinco hectáreas y con ese tipo de productores se ha hecho un trabajo importante que dice por qué dieron el salto en productividad.
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