Por su presunta participación en el paro armado promovido por la guerrilla en Chocó, recibieron medida de aseguramiento Samir Rentería Mena, miembro activo del Ejército Nacional, y Wílmar Antonio Gamboa Padilla, patrullero de la Policía Nacional. También resultaron afectados los presuntos milicianos de las Farc Rubén Perea Hurtado, alias Rubén; Luis Fernando Sánchez Copete, alias Mocho, y Jackson Mena Moreno, alias Pino.
El 10 de noviembre de 2012, subversivos del frente 34 de las Farc distribuyeron en varias poblaciones chocoanas panfletos amenazantes contra los transportadores terrestres y fluviales que prestaran sus servicios. Los anónimos indicaban que se asesinaría a los propietarios y serían destruidos sus vehículos si incumplían la orden.
Los investigadores establecieron que la orden fue impartida por alias Pino, considerado el jefe de la red de milicias urbanas que delinquen en la ciudad de Quibdó.
Los procesados recibieron medida de aseguramiento y los enviaron a la Cárcel de Anayanci por los delitos de rebelión y concierto para delinquir con fines terroristas. Los dos miembros de las fuerzas armadas aceptaron los cargos.