Unidades del ejército de Malí patrullan Diabali | El Nuevo Siglo
Martes, 22 de Enero de 2013

Los soldados de Malí patrullaban este martes en Diabali mientras el ejército francés decidió quedarse fuera de esta localidad, después de haberla retomado el lunes, junto a Douentza, de las manos de los islamistas armados, que ocupan gran parte del país.

Once días después del inicio de la intervención militar francesa que frenó el avance de los islamistas hacia el sur, el jefe de Estado Mayor maliense aseguró que la liberación de Gao y Tombuctú, los dos principales bastiones islamistas en el norte del país, podría llevarse a cabo en menos de un mes.

"Nuestro objetivo es la liberación total de las regiones del norte de Malí. Si tenemos apoyos suficientes, no necesitaremos más de un mes para tomar Gao y Tombuctú", dijo el general Ibrahima Dahirou Dembélé a Radio Francia Internacional (RFI).

Gao (a 1.200 km de Bamako) y Tombuctú (a 900 km de la capital) son dos de las principales ciudades del norte de Malí, en manos desde hace nueve meses de grupos islamistas armados.

Este martes los soldados malienses recorrían las calles de Diabali, 400 km al norte de Bamako, de donde los soldados franceses se retiraron tras haberla reconquistado.

"No tenemos intención de quedarnos aquí, vamos a dejar la ciudad en manos de los malienses", dijo el lunes a la AFP el coronel francés Frédéric, jefe de las operaciones en el sector. El ejército francés parece reticente a estacionar en las ciudades y una vez retomadas las deja en manos del ejército malí.

Una columna de unos treinta vehículos blindados en la que había 200 soldados malienses y franceses entró el lunes en Diabali, sin encontrar resistencia, bajo los aplausos de la población que gritaba "¡Viva Francia!"

Diabali había caído en manos de los islamistas el 14 de enero tras un ataque sorpresa.

También el lunes otra columna franco-malienses retomó el control de Douentza, a 800 km de Bamako, otra localidad en manos desde septiembre de grupos islamistas del Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (Muyao).

La ciudad se encuentra en una carretera estratégica para acceder a las grandes ciudades del norte (Tombuctú, Gao y Kidal) que los grupos islamistas, entre ellos Al Qaida en el Magreb Islámico (Aqmi), tomaron a finales de marzo de 2012.

Varias fuentes aseguran que los islamistas se están replegando hacia Kidal, en el extremo noreste del país, junto a la frontera con Argelia.

En Bamako, la capital, el estado de emergencia en vigor desde el 12 de enero fue prorrogado el lunes otros tres meses.

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, reconoció este martes que la intervención francesa en Malí es "difícil"

"Deseamos realmente el éxito de los soldados [...] porque el combate contras los islamistas es un combate muy difícil", dijo Merkel en una conferencia de prensa común en Berlín con el presidente francés.

Por otra parte el presidente del Alto Consejo Islámico de Malí, una instancia religiosa en este país con el 90% de la población musulmana, aseguró que la intervención militar no es ningún caso "una agresión contra el islam".

500 millones de dólares para la MISMA

En total cerca de 2.150 soldados franceses están ya en Malí, una cifra que aumentará en los próximos días.

Por otra parte varios países siguen respondiendo a la petición de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) de ayuda logística y financiera para despegar la Misión Internacional de Apoyo a Malí (Misma), que tendrá un total de 6.000 soldados africanos y el lunes el ejército de Estados Unidos empezó a transportar tropas y equipamiento francés hacia el país.

La Cedeao pide cerca de 500 millones de dólares (375 millones de euros) para financiar la misión internacional. La Unión Europea anunció por su parte este martes una nueva ayuda de 20 millones de euros para las víctimas de malnutrición y los refugiados malienses en los países vecinos.

La UE organizará también una reunión sobre la situación el 5 de febrero en Bruselas, con la participación de la Unión Africana, la Cedeao y la ONU.

AFP