El comité del organismo, que celebra su 40ª reunión en Estambul (Turquía) registró cinco sitios en la Lista del Patrimonio Mundial: un sitio transfronterizo (Bosnia y Herzegovina, Croacia, Montenegro y Serbia) y otros tres en Grecia, España, Reino Unido y Turquía. Mirada EL NUEVO SIGLO
Los nuevos sitios son:
Cementerios de tumbas medievales “stećci” (Bosnia y Herzegovina, Croacia, Montenegro y Serbia) - Este sitio seriado está integrado por tumbas medievales (“stećci”) de 30 lugares diferentes situados en Bosnia y Herzegovina, en el centro y sur de Croacia, en la parte occidental de Montenegro y al oeste de Serbia. Estos monumentos funerarios, característicos de esas regiones, datan de los siglos XII a XVI y están dispuestos en filas en cementerios, tal y como se acostumbró a hacer en Europa desde la Edad Media. En su mayoría están esculpidos en piedra caliza con una gran variedad de motivos ornamentales e inscripciones que muestran no sólo la continuidad que se da en los elementos medievales europeos de este tipo, sino también la persistencia de tradiciones locales específicas más antiguas.
Sitio arqueológico de Filipos (Grecia) - Fundada en 356 a.C. durante el reinado de Filipo II de Macedonia, los vestigios de esta ciudad fortificada se extienden al pie de una acrópolis situada en la actual región griega de Macedonia Oriental y Tracia, por la que pasaba la antigua vía romana Egnatia que unía Europa con Asia. En tiempos del Imperio romano, en los decenios subsiguientes a la batalla de Filipos (42 a.C.), vinieron a añadirse a los anteriores monumentos de la época helenística –el gran teatro y el templo funerario– importantes construcciones como el foro que hicieron de la ciudad una “pequeña Roma”. Después de la visita del apóstol San Pablo a Filipos en los años 49 a 50 de nuestra era común, la ciudad se convirtió en un centro de propagación del cristianismo. Los vestigios de sus iglesias constituyen un testimonio excepcional del asentamiento de los primeros cristianos.
Dólmenes de Antequera (España) - Situado al sur de España, en la Andalucía meridional, este sitio comprende tres monumentos megalíticos –el “tholos” del Romeral y los dólmenes de Menga y Viera– así como dos parajes naturales próximos que ofrecen panorámicas de gran belleza –la Peña de los Enamorados y el Torcal-. Construidos con grandes bloques de piedra en el Periodo Neolítico y la Edad de Bronce, los tres monumentos funerarios se hallan enterrados en sus túmulos primigenios y forman cámaras y espacios con cobertura adintelada o en falsa cúpula, que hacen de ellos uno de los conjuntos arquitectónicos más notables de la prehistoria en Europa y un ejemplo simpar del arte megalítico europeo.
Sitio arqueológico de Ani (Turquía) - Situados al nordeste de Turquía, en una solitaria meseta erguida sobre el valle que delimita la actual frontera natural entre este país y Armenia, los vestigios de la ciudad medieval de Ani comprenden un gran conjunto de viviendas y edificaciones religiosas y castrenses dotadas de una estructura urbanística típica de la Edad Media, que se fue configurando a lo largo de los siglos bajo la soberanía de diferentes dinastías cristianas y musulmanas. La ciudad alcanzó su máximo esplendor entre los siglos X y XI, cuando fue capital del reino armenio de los Bagrátidas y se benefició del control que ejercía sobre uno de los ramales de la Ruta de la Seda. Posteriormente, bajo el sucesivo dominio de los bizantinos, selyúcidas y georgianos, conservó su rango de encrucijada importante del tráfico mercantil de caravanas. La invasión mongola de 1239 y el devastador terremoto de 1319 asolaron la ciudad y precipitaron su decadencia. Ani ofrece un amplio panorama del desarrollo arquitectónico medieval gracias a la presencia de casi todas las innovaciones arquitectónicas que emergieron en la región entre los siglos VII y XIII de nuestra era.
Conjunto de cuevas de Gorham (Reino Unido) - Los abruptos acantilados calcáreos de la cara oriental del peñón de Gibraltar albergan cuatro cuevas, cuyos yacimientos arqueológicos atestiguan la presencia del hombre de Neandertal durante más de 125.000 años. Este testimonio excepcional de la cultura neandertaliense está constituido por grabados rupestres de motivos abstractos, así como por huellas de la caza de aves y animales marinos con fines alimentarios y por indicios del uso ornamental del plumaje de las presas capturadas. Las investigaciones científicas llevadas a cabo en este sitio han aportado una contribución importante al debate sobre el conocimiento del hombre de Neandertal y de la evolución de la especie humana./Fotos Unesco