Unas reacciones. El exmagistrado antioqueño Jesús Vallejo Mejía encabezó así la serie de reacciones que suscitó La Barca de ayer sobre la memoria agraria colombiana:
“Apreciado Barquero: Acabo de leer la última entrega de tu navío y me parece oportuno hacer una aclaración acompañada de algún comentario.
El adalid de la Reforma Agraria de 1961 fue Carlos Lleras Restrepo, quien al tratar de hacerla efectiva durante su gobierno (1966-1970) chocó con fuerte oposición, debida en buena parte al modo algo arbitrario como la impulsó.
La historia. Las reacciones contra su aplicación cuajaron en el Pacto de Chicoral, que se acordó a principios del gobierno de Misael Pastrana (1970-1974).
Uno de los grandes temas de discusión fue la importancia de la aparcería, contra la que iban la Ley 200 de 1936 y la Reforma de 1961, y que de alguna manera revivió con la Ley 100 de 1944 y el mencionado Pacto de Chicoral.
No sobra recordar que el freno a la Reforma Agraria vino después con López Michelsen (1974-1978), que pensaba, no sin razones, que la mera distribución de tierras era insuficiente y de escasos resultados, pues lo que interesa para la productividad no es tanto la tierra en sí, cuanto el capital que requiere invertirse en infraestructura, equipos, tecnología, etc.
Nuevo anuncio. Lo que acaba de anunciar Santos con su habitual garrulería no es digno de aplauso, pues suscita interrogantes al por mayor, comenzando porque no se sabe en qué consiste su cacareada Reforma Agraria Integral.
Si es algo que cuenta con el visto bueno de las Farc, hay que estar seguros de que es pésimo para los empresarios del agro.
Es asunto sobre el que conviene meditar cuidadosamente. Por lo pronto, me parece que en Colombia hay una casta dirigente irresponsable que aplaude lo que no conoce y quizás podría servir para que después le tuerzan el pescuezo”.
Posdatas del doctor Vallejo. P/d. “Aprovecho para agregar que el tema de la extinción del dominio por inadecuada explotación fue muy conflictivo, pues se interpretaba que la aparcería cabía dentro de esa causal.
Otro tema difícil fue el de las indemnizaciones en bonos agrarios, que fueron legitimadas con ponencia de un distinguido jurista conservador, que fue mi profesor de Derecho Canónico y compañero de oficina de Mario Aramburo, Julián Uribe Cadavid”.
Coincidencia. Gonzalo Zuluaga Ramírez, el conocido abogado de Pensilvania, frecuente contertulio del expresidente López Michelsen, hizo este aporte al debate:
“Barquero: Vivir para ver… Eduardo Santos Montejo firmó la Ley 100 de 1944, reduciendo a un 50% la Ley 200 de 1936. ¿Coincidencia histórica o trágica”?
La tierra. En La Habana se habrá evocado la memoria de tres líderes de los sin tierra: el mexicano Pancho Villa, el peruano Juan Velasco Alvarado y el colombiano Manuel Murillo Toro, sin pasar por alto, (por parte de los farianos) el finado coronel Hugo Chávez, a quien consideran su fuente de inspiración permanente.