Una verdad a medias. No todos los cultivadores tienen la Cédula Cafetera y muchos nunca la obtendrán. En consecuencia, no podrán cobrar el precio de sustentación que el Gobierno les paga por la producción de cada arroba del grano. Esto quiere decir que el mecanismo ha sido perverso desde el momento que se aprobó, desechando una fórmula más expedita y menos traumática, como el aprobar un precio de sustentación de $ 700.000 por carga.
La Ley de restructuración. Si la producción de café, como negocio estaba y sigue en crisis, se requiere una restructuración de deudas; un acuerdo de acreedores o de restructuración de pasivos, y esta medida no se tomó en el pacto que el vicepresidente Angelino Garzón suscribió con los líderes de la Dignidad Cafetera.
Un olvido. Olvidaron que los cafeteros, en su gran mayoría, no le deben a los bancos, porque no les prestan o porque los requisitos y costos de transacción son tan altos que los cafeteros no pasan el examen de los analistas de crédito.
Los caficultores le deben al comprador local de café, al comercio de su pueblo, a los familiares y amigos. Es decir, que los cafeteros requieren dos soluciones: una, para restructurar las deudas con acreedores no financieros y la otra, de capital de trabajo, para atender el cultivo y producción de café, en cuyo contexto está el precio y financiación de los insumos y fertilizantes.
Constituyente incumplida. La prometida comisión de expertos, encabezada por los doctores Juan José Echavarría y Mario Gómez Estrada (renunciado), que iba a ser el gran sitio de reflexión que estudiaría de dónde viene y para dónde va la caficultura nacional, fue fiel al dicho popular: “crea una comisión y sabrás que nada se hará”. Hoy, cinco meses después, todo siguen igual: Genaro en su puesto; los cafeteros quebrados; el precio del café cayendo en picada, los ministros corriendo por Colombia apagando incendios. ¿Y el Presidente? … ¿Dónde está el Presidente?
Gerente politizado. Después de proveer los cargos de la Federación con familiares del presidente Santos, el doctor “Genero” fue ratificado en su cargo porque el Huila se entregó y Risaralda se dividió en dos y arrastraron a los demás; Antioquia y Caldas se quedaron solos; entre tanto, continúa un gerente con errático manejo de la Federación, recibiendo un salario cuyo monto no han querido revelar y que algunos cifran en $ 100 millones mensuales; como bien lo dice el senador Robledo: “No es lo mismo los que viven del café que los que viven de los cafeteros”.
Algunos oportunistas. Ya se prepara próxima versión de Expo-especiales, una feria organizada por la Federación Nacional de Cafeteros, dizque para promocionar los cafés especiales; correspondiéndole al productor de cafés especiales financiar el viaje desde los distintos lugares de Colombia de donde provenga y pagar el arrendamiento del espacio para exponer y dar a probar su café. Algo así como si en un festival vallenato les cobraran a los artistas para subirse a la tarima.