Renegociar contratos, revisar la piratería y restablecer estrategias, algunas de las propuestas para su salvación
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Ante la delicada situación en materia financiera y de operación que han venido denunciando siete de los 9 operadores del Sistema Integrado de Transporte Público en Bogotá (Consorcio Express, Gmovil, Tranzit, Masivo Capital, Etib, Suma y Este es mi bus), respecto a supuestas pérdidas reportadas de más de $8 billones, por los problemas en la implementación, EL NUEVO SIGLO consultó con algunos concejales de la ciudad su punto de vista en caso de presentarse una quiebra.
Sistema cojeó desde el principio
La concejala del movimiento MIRA, Gloria Stella Díaz dijo, “con gran preocupación vemos que es el mismo Distrito el que sale a decir que la situación no es tan dramática, eso lo ha dicho la gerente de TM. Lo otro es que los operadores del SITP en la forma en que está presentado el negocio es un gana-gana donde nadie pierde, entonces no vemos por dónde sería, sin embargo habría que revisar porque no coinciden las cifras tanto de uno como de otro y lo preocupante aquí es lo que dice el Distrito, que desvirtúa lo que ellos están diciendo”.
Señaló la cabildante que “indiscutiblemente quedó mal hecho desde el principio, eso se advirtió. Algunos operadores entraron sin músculo financiero, eso se veía venir, era la crónica de una muerte anunciada para los operadores pequeños, pero para los grandes no, porque el negocio todavía sigue siendo rentable. Ahí los mayores afectados son los pequeños que fueron convocados y todavía siguen siendo pequeños propietarios para ser parte de esos operadores, pero que no se les garantizaba las promesas que se les hicieron de una renta mínima o del compromiso de que la concesión iba a ser a los 20 años y que no se puede cumplir, esa es la gran preocupación con los pequeños”.
Por su parte, el concejal Nelson Cubides, del Partido Conservador indicó que “siguen teniendo la disculpa que lo financiero fue un tema que desde que se pensó cada una de las estrategias que estaban para articular el servicio es algo que viene acumulado no solamente desde el problema de los buses que tenemos, sino desde los patios que nos cuestan cerca de $240 mil millones al año. Esto viene de tiempo atrás y eso generaría un asunto bastante crítico para la ciudad especialmente porque el SITP debe articularse con Transmilenio y TM no ha tenido todas las troncales que esperábamos tener a la fecha, que deberían ser 12 y como no las tenemos el SITP se vuelve un elemento estratégico para poder suplir todos esos lugares a sitios que no tienen en este momento posibilidad de acceder”.
Entre tanto, la concejala del partido de La U, Nelly Patricia Mosquera, aseguró que “el SITP no se puede quebrar, hay que seguir haciendo todos los esfuerzos económicos y analizando todas las alternativas jurídica y económicamente viables para garantizarles a los ciudadanos el transporte público. Si el SITP llegara a quebrarse, sencillamente tendríamos que decir que los bogotanos no tienen cómo transportarse. El único transporte público que soportaría la demanda de la ciudad sería TM y eso sería por supuesto insostenible porque el sistema ya tiene muchos inconvenientes y generarle una nueva carga sería aún peor, entonces no podríamos resignarnos solamente a que el SITP se va a quebrar”.
“El SITP es un sistema que nació quebrado, está mal hecho, es un sistema que se ha llevado muchísimo dinero de las arcas de la ciudad, pero las administraciones han hecho la tarea por tratar de sostenerlo y de prestar las mejores condiciones en ese servicio y todo es un llamado a que nos sentemos para mirar de qué manera salvamos el sistema”, concluyó.
El concejal del Centro Democrático Diego Andrés Molano, así mismo afirmó que “el sistema SITP inició con una mala planeación, con una inadecuada implementación en la administración de Samuel Moreno y con una pésima ejecución en la administración de Gustavo Petro, eso generó que el sistema tuviera un déficit acumulado en el global que hizo que el sistema perdiera el año pasado $700mil millones y este año $500 mil millones. De las 7 empresas, 2 están quebradas y hay dos que están en riesgo de quebrarse, lo cual significa que es necesario hacer una intervención de fondo. La ciudad se puede paralizar en donde no funcione este esquema porque ya hoy de los 11mil buses que hay en Bogotá, casi 4.800 pertenecen a ese sistema”.
“Lo que se requiere de inmediato es que el Distrito y en particular TM tome decisiones con respecto a los contratos”, dijo el cabildante quien también hizo un llamado a que se incorporen buses provisionales y revisar la piratería que ha surgido por la mala prestación del servicio SITP”.
Finalmente, el concejal del Polo Democrático Álvaro José Argote, argumentó que “hay que estudiar con mucho rigor cuál es el estado financiero real de la modalidad zonal del SITP porque es todo, son las troncales, los zonales y otros componentes como motos, bicicletas, etc. Lo que se anuncia que supuestamente está en una crisis financiera es el sistema zonal, los buses azules. Los dueños de las hoy 7 empresas que se conocen como el G7, ellos han dicho que tienen un supuesto déficit cercano a los $8 millones, la gerente de TM afirmó que en las cuentas que TM conoce el déficit de este componente es de unos $550mil millones, una cifra que no dicen los propietarios, quienes fueron los que estructuraron el modelo y el cierre financiero, entonces habría que sincerar esa información para ver hasta donde es verdad porque se podría estar generando un pánico de movilidad para obligar a que se reestructure la ecuación de liquidación de la renta con los rentistas de los carros que se hizo al 1.5% mensual, 18% anual, entonces podrían estar presionando los dueños más poderosos porque cada una de estas empresas tiene una concentración tendiendo al monopolio”.
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