Aunque reactivar o mejorar la economía es, ha sido y será una prioridad en todos los gobiernos del orbe, en los emergentes o considerados del tercer mundo esto se convertirá en un ítem de difícil cumplimiento ante la caída de los precios del petróleo, lo que llevará a aumentar las tensiones políticas y sociales, tanto hacia adentro como hacia afuera de los respectivos países.
La caída libre en la cotización del “oro negro” –que se registra desde hace meses- tuvo como un primer impacto las previsiones en los respectivos Presupuestos Nacionales, donde las proyecciones se hicieron con un precio por barril mucho más elevado al que se está registrando y que no parece vaya a mejorar.
Así, refiriéndonos sólo a América Latina, aunque la baja del precio del petróleo afecta a todos, la situación es mucho más grave en países como Venezuela, cuyo gasto público depende por completo de dichos ingresos y en menor medida a Ecuador, que debió recortar US$1.420 millones del presupuesto para este año, sacrificando, seguramente, programas sociales.
Amén de otros múltiples problemas que enfrentan los gobiernos regionales como la rampante corrupción, la violencia y la impunidad, sin duda el debilitamiento económico y todo lo que ello conlleva –desempleo, menor poder adquisitivo y difícil acceso al crédito- se convierten en “caldo de cultivo” para un posible estallido social. Aquí un pequeño panorama de algunos de los vecinos:
Venezuela
Entró en recesión a mediados del 2014, en un contexto de desplome de los precios del petróleo, con la inflación más alta del continente y aguda escasez de productos básicos, que crean un difícil panorama para el presidente Nicolás Maduro antes de las legislativas de diciembre.
Se esperaba que el mandatario socialista anunciara algunas medidas económicas y de política monetaria recomendadas por analistas para revertir la situación, entre ellas la devaluación del bolívar y el aumento del precio de la gasolina más barata del mundo, pero se limitó a presentar algunas de sus metas de recuperación económica para este año.
La contracción de 2,3% en el PIB del tercer trimestre siguió a las de 4,8% y 4,9% en el primer y segundo trimestres del año, respectivamente, mientras que la inflación, índice que no se conocía desde agosto, fue de 4,7% en noviembre para un acumulado de 63,6% en 12 meses.
En este contexto y aunque el presidente Maduro asegura que “pareciera que se recupera la dinámica de crecimiento”, los venezolanos están asfixiados por la grave situación económica, la escasez de alimentos y una creciente violencia.
Los malos resultados económicos afectan la popularidad de Maduro -que roza 24%- y amenazan la posibilidad de que el chavismo venza en las elecciones parlamentarias que deben realizarse a finales de año.
Con el reiterado discurso de que la oposición venezolana e intereses norteamericanos y colombianos han dirigido una "guerra económica" que -asegura- aspira a destruir la economía de Venezuela, Maduro no convence a los ciudadanos, quienes son conscientes de que la caída en los precios del petróleo influyen en la crisis, pero que no es su origen.
Políticamente hablando, el chavismo pierde terreno electoral y Maduro, hacia afuera, enfrenta ahora un nuevo escenario con el acercamiento de uno de sus socios clave, Cuba, con EU.
Brasil
Dilma Rousseffacaba de iniciar su segundo mandato con una tarea que no logró cumplir en sus primeros cuatro años: reactivar la economía de un país con su credibilidad enlodada por un millonario escándalo de corrupción.
Pero esta nueva oportunidad de gobernar Brasil le trae también retos difíciles y, consciente de ello, durante su discurso de posesión, Rousseff dijo que enfrentará sin miedo la lucha contra la corrupción y que propugnará por el crecimiento económico pero sin sacrificar sus planes sociales.
Para Brasil, 2015 será el quinto año consecutivo de débil crecimiento, todos ellos bajo la gestión de Rousseff. El mercado espera una expansión cercana a cero en 2014 y de apenas 0,5% en el 2015. Por ello uno de los primeros pasos de Rousseff II será recuperar la credibilidad fiscal y ajustes fiscales para crecer.
La séptima economía del mundo también requiere de inversión en infraestructura, que es solventada mayoritariamente con recursos públicos. Para hacerla más atractiva al sector privado, el mercado reclama mayor confianza y respeto de las reglas del juego.
Bolivia
El próximo 21, el reelecto presidente boliviano Evo Morales refrendará su liderazgo con una ceremonia indígena en las ruinas preincáicas de Tiwanaku, un día antes de asumir formalmente su nuevo mandato.
El mandatario, un aymara reelecto en las elecciones de octubre con un arrollador 61% de los votos tomará posesión para un nuevo mandato que concluirá en el 2020, cinco años en los que espera consolidar el “poder de los pobres y olvidados”, y para lo que, sin duda, deberá profundizar en sus programas sociales, porque la guerra a la pobreza continúa como una de sus asignaturas pendientes.
Así aunque en ambas ceremonias ratifique "la victoria indígena, obrera, popular que se logró el 12 de octubre" deberá profundizar los programas sociales y educativos para cerrar la abismal brecha de desigualdad y pobreza en sus gobernados.
Uruguay
El 1 de marzo, en la carrera de relevo en el poder de este país, asume la posta el expresidente izquierdista Tabaré Vásquez, para un tercero y consecutivo mandato del frente amplio.
Vazquez, que en su primer gobierno prohibió fumar en sitios públicos cerrados, ahora deberá terminar de concretar la venta de marihuana en farmacias impulsada por José Mujica, una medida que ve con desconfianza.
Este oncólogo de 74 años, que durante su primera presidencia convirtió a este país de 3,3 millones de habitantes en el primero de América Latina en ser libre de humo de tabaco, tendrá que encarar en su segundo gobierno las instancias definitorias del litigio judicial iniciado contra el Estado uruguayo por Philip Morris (PMI) en 2010 por ese motivo.
Para algunos es contradictorio, que el mismo país que prohibió fumar en lugares públicos cerrados (se puede fumar en la calle) regule el mercado de la marihuana. Las autoridades aseguran que la venta de cannabis no es una liberalización sino un mercado con límites y controlado por el Estado.
Así la herencia de la marihuana es el mayor de los hierros calientes que recibirá Vásquez como herencia del archipopular “Pepe Mujica”.
Canales de discordia
Mientras Panamá deberá concluir las obras de ampliación del canal, que con retrasos y sobrecostos están proyectadas para finalizar en diciembre, en Nicaragua el presidente Daniel Ortega, contra viento y marea, iniciará los trabajos para construir el propio pese a la férrea oposición de campesinos y ambientalistas.
En Panamá, la Autoridad del Canal informó recientemente que la obra de ampliación tiene un avance total de 84% y debe concluir a finales de 2015, con un año de atraso por paralizaciones de obreros y por reclamos del consorcio Grupo Unidos por el Canal, que construye las esclusas, el proyecto más grande de la ampliación.
En Nicaragua, el dueño de la empresa china HKND, Wang Jing, a cargo de la construcción de un canal interoceánico anunció en los próximos meses comenzarán a expropiar las tierras a los campesinos que viven sobre la ruta (30 mil personas) y a realizar las primeras excavaciones de tierra. Añadió que a finales de marzo entregará los estudios de impacto ambiental de la obra, el principal motivo de discordia porque según los ambientalistas “destruirá” el Gran Lago, la mayor reserva de agua dulce de Centroamérica.