Una Bogotá socialista | El Nuevo Siglo
Jueves, 15 de Noviembre de 2012

Una Bogotá socialista. Cualquier parecido con la Bogotá socialista que pretende “refundar” el alcalde Gustavo Petro, al mejor estilo de Don Gonzalo Jiménez de Quesada, es mera casualidad.

Así se entiende para propios y extraños una dura nota editorial del periódico samario Hoy-Diario del Magdalena, que dirige el veterano periodista Ulilo Acevedo Silva, quien le hace toda una profilaxis a la administración  del alcalde Carlos Caicedo.

A la preciosa bahía de don Rodrigo de Bastidas (tierra apetecida por el presidente Hugo Chávez, seguramente porque allí exhaló su último suspiro el Libertador Simón Bolívar),  quieren convertirla, al paso que van las cosas , en un  destino más de los “pobresistas” que contra todo pronóstico terminaron eligiendo a Petro en la capital de la República.

Editorial de Ulilo. “Ante el desgobierno y abandono, la ciudad debe superarse. No hay duda de que Santa Marta pasa por un momento difícil. A su caos estructural, que se complica cada día, se suma la incertidumbre administrativa que obstaculiza las principales iniciativas que requieren planificación de inversiones y acciones continuas, principalmente del sector privado”, sostiene el director del diario magdalenense, en su principal editorial del martes 13 de noviembre.

Administración indiferente. El editorialista de esta divina perla del Caribe, fundada el 29 de julio de 1530, hace otras reflexiones que  describen la indiferencia estatal  frente a los problemas que padece la comunidad samaria: “Es irónico que mientras algunos por torpeza o de pronto por vergüenza que padece la ciudad, los samarios tengamos que aguantarnos una administración que para ella todo es indiferente;  que ve enemigos en todas partes (de pronto por el remordimiento de conciencia); que no avanza y que se apropia de programas nacionales para hacerlos ver como suyos”

Gobierno no despega. En diálogo con La Barca de Calderón, el periodista Cipriano López Janica se suma a las críticas a la administración del alcalde Caicedo, que tiene minorías en el Concejo local: “En Santa Marta hay un gobierno que no arranca. Unos funcionarios que renuncian por el maltrato que reciben del alcalde de la ciudad; encargan funcionarios en forma provisional y no nombran los sustitutos en propiedad. El burgomaestre se atribuye como propias unas casas prometidas por el Gobierno Nacional, como las casas que está ofreciendo el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras. Otrosí: según el bloguero Polo Díaz-Granados, las promesas de Caicedo quedaron como las casas de Rafael Escalona: ‘en el aire’”.

Brevísima respuesta. El cuestionado alcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, a instancias de Arco Iris, el periódico del politólogo León Valencia, respondió someramente a sus críticos y responsabilizó de los ataques a su administración a sectores políticos que perdieron el control burocrático y financiero de la ciudad. Y advirtió que el contralor samario, Horacio Escobar, primo de Alfonso Campo Escobar, aliado político de Trino Luna, ha abierto en diez meses de gestión muchas más investigaciones de las que tuvo su antecesor en cuatro años. Se nota que el modelo petrista está prosperando al nivel mar.