Un pulso por la Federación. El martes, en Bogotá, medirán fuerzas, en el Congreso Nacional Cafetero, convocado de manera extraordinaria, los dos núcleos en los que se ha escindido el gremio. El uno, el de los burócratas que apoya tras bastidores al cuestionado gerente (o presidente) de la Federación, Luis Genaro Muñoz, que tiene como jefe de debate, en la sombra, a su antecesor, Gabriel Silva, y el otro, integrado por los verdaderos productores del grano que han padecido la mala gestión de la alicaída institución.
La cabeza de Genaro. Se teme que de no prosperar la propuesta del bloque liderado por los comités departamentales de Antioquia, Caldas y Cundinamarca para que sea relevado el caucano Muñoz, el congreso caficultor quede dividido entre anti-genaristas y pro-genaristas. Las deliberaciones, en las que participarán el presidente Santos y el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar, estarán como para alquilar balcón.
Discurso desalentador. En los días previos a la convocatoria del Congreso extra pronunció un discurso muy desalentador para los cafeteros, en Manizales, el presidente Santos, al plantear que “Colombia necesita descubrir y también adoptar nuevas formas para crecer y para generar empleo”.
A su juicio, “si nos quedamos simplemente produciendo café; si nos quedamos simplemente produciendo textiles, pues cada vez vamos a estar en mayores dificultades, porque cada vez hay más competencia, y cada vez va a ser más difícil lograr colocar nuestros productos en el mercado, porque son mercados que cada vez son más competidos. Y además son mercados que crecen a una tasa muy bajita”.
Crecimiento. El Presidente le preguntó a su sorprendido auditorio: “¿Qué le conviene más al país? ¿Meterse en una industria que está creciendo al 12 por ciento o mantenerse en una industria o en una actividad que cuesta el 3 por ciento? Por supuesto que lo primero”. Y agregó a renglón seguido: “Por eso esto es lo que estamos haciendo en Manizales: simplemente ratificar una política y de estimular a los manizaleños a que continúen ustedes siendo pioneros, estando a la vanguardia, eso es algo que a todos nos debe unir y nos debe entusiasmar para seguir trabajando en esa dirección”.
Una ambigüedad. “No tenemos que renunciar a producir buen café, de eso no se trata”, aclaró Santos. Puntualizó que “al café le estamos dando toda la ayuda posible. Inclusive, un subsidio por el cual fui criticado, porque era dizque demasiado subsidio para los cafeteros en este momento de angustia por diferentes razones; no, el café tenemos que seguirlo produciendo”, pero volvió a poner en duda el futuro de la industria del café: “Si queremos generar más empleo, si queremos absorber esa mano de obra que viene del campo, si queremos tener un empleo digno, un empleo bien remunerado, tenemos que encontrar sectores que crecen a un ritmo mucho mayor y se encaminen hacia la creación de centros que estimulen el nacimiento de nuevas empresas que se conecten con un futuro promisorio”.