Frentero, estricto y polémico. Así es Yoshihiko Noda, quien tras fungir como ministro de finanzas fue elegido como jefe del gobernante Partido Demócrata de Japón (PDJ) y por ende, nuevo premier de ese país, nombramiento que causará malestar en China y Corea del Sur dadas algunas de las posiciones del hoy nuevo jefe de gobierno.
Noda no ha dejado de despertar suspicacias con sus declaraciones. Las más recientes fueron que los japoneses condenados por crimen de guerra por un tribunal de los Aliados, tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, no eran verdaderos criminales.
Los chinos y surcoreanos víctimas de la ocupación militar japonesa ven con recelo que el nuevo premier no ha condenado las visitas de dirigentes políticos al santuario Yasukuni de Tokio, donde se homenajea a los muertos por la patria, incluyendo a los criminales de guerra.
En el plano interno también causa polémica ya que en reiteradas ocasiones ha sostenido que muchos políticos japoneses toman sus decisiones por motivos ideológicos. Entre tanto él se considera un realista.
Hay otros que le cuestionan su estricto manejo económico. Noda admite que es partidario del rigor presupuestario y pese a que siempre se le ve serio y bien puesto, tiene la capacidad de reírse de sí mismo.
"No soy elegante. Mi físico no es mi principal argumento de venta", suele afirmar.
Noda dice ser "un hombre ordinario. No tengo grandes recursos financieros, contrariamente a otros políticos", asegura.
En el plano económico, ha criticado a otros dirigentes políticos por no haber tomado las medidas que él considera necesarias.
"Tras explotar la burbuja (a principios de los años 1990), los dirigentes nipones aplazaron las medidas que se necesitaban", escribió a mediados de agosto en su página web.
"Se supone que en las crisis surgen líderes. Por desgracia, ello no ha ocurrido en Japón, al menos por el momento. La mayor parte del tiempo, encabeza el país gente que no tiene la suficiente firmeza", agregó.
"No se trata sólo de un problema de individuos, sino también de sistema político", indicó.
Noda piensa que muchos políticos japoneses toman sus decisiones por motivos ideológicos, mientras que él se considera realista. Así, dice estar dispuesto a llevar a cabo una política presupuestaria rigurosa que incluya un aumento de impuestos para reducir la deuda pública y reconstruir al país asolado por el terremoto del pasado 11 de marzo.
Ante un aumento sin precedentes del yen, el hasta ahora ministro de Finanzas ha impulsado varias intervenciones directas en el mercado cambiario para contener a la moneda japonesa, algo que no se realizaba desde 2004.
El futuro primer ministro nació en 1957 en la ciudad de Funabashi, un suburbio de Tokio. Está casado y tiene dos hijos.
Estudió en la prestigiosa Escuela de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad de Waseda. También fue uno de los primeros en graduarse en el Instituto Matsushita de administración y gestión de empresas, una escuela privada que forma a los futuros dirigentes recurriendo al deporte y a la meditación.
Noda inició su carrera de dirigente político en la prefectura en la que nació, Chiba, en 1987 y entró al Parlamento por primera vez en 1993.
En su primer discurso como jefe del partido gobernante, antesala de su nombramiento como primer ministro, dijo que quería conseguir el apoyo de todo el partido para superar los desafíos a los que se enfrenta Japón, traumatizado por el sismo y el tsunami del pasado 11 de marzo.
"Para resolver el problema de (la central nuclear de) Fukushima, reconstruir la región devastada, luchar contra la carestía del yen y la deflación, hace falta que todo el mundo avance en el mismo sentido", dijo Noda.
Es partidario de una amplia reforma del sistema fiscal que incluya un aumento de los impuestos, como la tasa de 5% que se aplica al consumo, con el fin de pagar la deuda pública./EL NUEVO SIGLO – AFP