Un panorama alarmante | El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Diciembre de 2011

En diálogo con La Barca, un grupo de transportadores hizo esta preocupante confesión: En algunas zonas del país prefieren pagar “vacunas” en vez de someter a sus conductores y a sus vehículos a los actos terroristas de los grupos al margen de la ley.

Niveles preocupantes. Los empresarios fueron explícitos al señalar que en el gobierno del presidente Santos la quema y el secuestro de vehículos ya alcanza niveles alarmantes. Y aportaron pruebas mediante documento en el que se registran todos los casos sobre asaltos, quema de buses y camiones, muerte de conductores, uso de elementos explosivos y retención de vehículos con exigencia de “vacunas”.

Un memorial. Este conjunto de quejas será presentado a manera de memorial de agravios a los ministros de Transporte Germán Cardona Gutiérrez y de Defensa Juan Carlos Pinzón, porque el presidente Santos, aparentemente, no ha tenido tiempo de atenderlos, en virtud de su apretada agenda internacional.

Los aseguradores. En su contacto con el barquero, los transportadores denunciaron que Fasecolda, la Federación que aglutina a todas las compañías aseguradoras, creó una tabla para reconocer solamente 60 por ciento de los vehículos incinerados, con lo que ellos pierden cuarenta por ciento de su patrimonio. Estos son los corredores viales en los que se presentan las anomalías detalladas: Bogotá-Neiva-Florencia, Cali-Popayán-Pasto, Bogotá-Villavicencio-Arauca, Bogotá-Bucaramanga-Cúcuta, Medellín-Turbo, Medellín-Quibdó y de la Costa Atlántica ni hablar porque el desplazamiento a Florencia ya es un riesgo.

Exótica propuesta. Cuando oficiaba como ministro de Defensa el pereirano Rodrigo Rivera les pidió a los transportadores “no hacer públicas estas denuncias para no darle importancia a la guerrilla”. Como quien dice, el ‘tapen, tapen’, a lo que los empresarios ripostaron preguntándole al cándido vocero del Gobierno: ¿qué garantías nos ofrece el Ejecutivo para pagar la totalidad de los vehículos quemados? También le dijeron al ahora embajador en Bruselas que a ellos les toca pagar peajes carísimos donde no hay posibilidades de movilidad, como en el páramo de La Línea o en la carretera Cali-Buenaventura por cuenta de los derrumbes.

Más quejas. A todo el pliego de quejas suman los transportistas los costos de la gasolina más cara del mundo, pues tanquear una tractomula vale casi dos millones de pesos, mientras en Ecuador y Venezuela no pasa de 140 mil pesos. La piratería terrestre reflejada en vehículos particulares que están al servicio público, sin autorización. A la crucial reunión con los dos ministros concurrirán los principales voceros de Asotrans, Addip y el Consejo Superior del Transporte.

Transporte colapsado. Este panorama demuestra de manera palmaria que el transporte en Colombia está colapsado, pero no solo por culpa del invierno. Existen hechos que la opinión desconoce y que los transportadores, en el desespero en que se encuentran sumidos, han tenido que salir a contárselo al país. Semanas esperando la remoción de derrumbes; buscar vías alternas, no aptas, para eludir los bloqueos y unos conductores aguantando hambre en las vías.