El presidente de Congreso, José David Name afirmó que el acceso a la educación en Colombia, desde el preescolar hasta el nivel superior, debe ir más allá del compromiso presidencial para que en cada uno de nosotros haya disposición de aporte y apoyo a una evidente necesidad del ser humano.
Al despuntar el día, los niños, niñas y jóvenes de cada rincón de nuestra patria – incluyendo afrodescendientes e indígenas – deben salir rumbo a las escuelas, colegios, universidades, centros técnicos y tecnológicos para adquirir el conocimiento que se convertirá más tarde en la fuerza transformadora del progreso, del crecimiento económico y del bienestar social.
La base del futuro nacional representada en los infantes y en los jóvenes imaginativos y audaces debe estar sentada aprendiendo, manipulando la tecnología para la investigación y la innovación, observando y adquiriendo conocimiento de un mundo que avanza raudamente.
"Ese futuro no puede seguir en las aceras de nuestras ciudades pidiendo limosnas ni a expensas de las bandas criminales o del narcotráfico ni como víctimas de los comerciantes del sexo ni al servicio de la guerrilla ni de lo queda del paramilitarismo" explicó Name.
La tasa de analfabetismo en Colombia es del 9.6 por ciento según el último censo de población, una de las peores de América Latina. Por lo menos el 8 por ciento de la población municipal y el 21 por ciento de la rural no saben leer ni escribir. Cerca de 2 millones 800 mil colombianos son analfabetas y más de 700 mil los tenemos en la Costa Caribe colombiana, región de la que soy oriundo.
Por rango de edad, la población que está entre los 15 y 24 años registra una tasa de analfabetismo del orden del 3 por ciento, la cual es muy alta para este grupo. ¿Qué hace un joven de esta edad sin saber leer ni escribir? Toma los primeros 50 mil pesos que le ofrezcan por matar a alguien o se dedica a robar o vende su cuerpo o se vuelve narcoterrorista.