Una mujer murió y otras tres personas resultaron heridas cuando hombres en motocicletas dispararon contra opositores que votaban en un plebiscito simbólico contra la Asamblea Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro.
El ataque, cuya víctima mortal fue identificada por las autoridades como Xiomara Scott, de 60 años, se produjo contra un centro de votación en el popular barrio de Catia (oeste de Caracas), donde la multitud que hacía fila para sufragar huyó, entre gritos de pánico y detonaciones, y se refugió en una iglesia cercana.
"No había pasado nada grave, ninguna tragedia que lamentar, pero Maduro y su régimen vieron" un gran afluencia en el plebiscito, dijo la exdiputada María Corina Machado, en rueda de prensa de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), al responsabilizar a grupos armados afines al gobierno.
ÚLTIMA HORA | Imágenes de la situación irregular en Catia, Caracas: Medios reportan dos personas fallecidas tras ataque de colectivos #16Jul pic.twitter.com/pc9Ta1Yg4p
— Alberto Rodríguez (@AlbertoRT51) 16 de julio de 2017
Ni las balas callarán al pueblo de CATÍA y desde CATÍA se emprende hoy la cruzada por la libertad de Venezuela. ¡Arriba pueblo de CATÍA! pic.twitter.com/XySYUQJoL0
— Gaby Arellano (@gabyarellanoVE) 16 de julio de 2017
Las mesas de votación iban cerrando paulatinamente en Venezuela y en una centena de países, pues aún quedaba gente en fila. La coalición opositora prometió dar los resultados la noche de este domingo.
Sin el aval del poder electoral, el plebiscito no es vinculante, pero la oposición confía en que el resultado hará palpable el rechazo a la Constituyente, de 70% según la encuestadora Datanálisis, para obligar al gobierno a dar marcha atrás.
Pero también los seguidores de Maduro participaron masivamente en un simulacro organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) -acusado de oficialista-, de cara a la elección el 30 de julio de 545 asambleístas de la Constituyente.
La oposición acusa a Maduro de llevar al país a la bancarrota y a una "dictadura" que busca perpetuarse con la Constituyente, mientras que el presidente dice que sus adversarios quieren derrocarlo con ayuda de Estados Unidos.
"Votamos para sacarlos"
Venezuela vive una fuerte convulsión con protestas que dejan casi un centenar de muertos desde el 1 de abril, y una de las peores crisis económicas de su historia, que asfixia a la población con una severa escasez e inflación de tres dígitos.
"No conseguimos medicinas, cada vez alcanza para menos comida en la casa, y ellos (los del gobierno) solo quieren seguir en el poder. Votamos para sacarlos", dijo a AFP Tibisay Méndez, de 49 años, en el sureste capitalino.
Maduro afirma que la Constituyente traerá paz y recuperación económica. Su esposa, Cilia Flores, candidata a la Constituyente, pidió al votar en el simulacro dar "una oportunidad" al presidente.
"Hoy estamos demostrando una pequeña parte, el 30 de julio vamos por una gran victoria. No podrán parar la Constituyente", dijo a la AFP María Trejos en un parque del oeste de Caracas.
El analista Luis Vicente León opinó que la oposición tiene el reto de lograr movilizar a quienes votaron en una "lucha pacífica" para sacar a Maduro; mientras el desafío del gobierno es lograr legitimidad para una Constituyente que enfrenta fuerte rechazo.
El proyecto de Maduro causó una fractura del chavismo, encabezada por la fiscal general, Luisa Ortega, quien no votó en el plebiscito aunque sí su esposo y diputado chavista Germán Ferrer y otros disidentes.
"Libertad", "Sí se puede", coreó un nutrido grupo de personas que votaban en un parque frente a la Fiscalía, cuando Ortega acudió a saludarlos.
El líder opositor venezolano Leopoldo López, excarcelado el pasado 8 de julio, votó desde su casa, donde guarda arresto.
La "hora cero"
Respaldado por los poderes electoral, judicial y militar, Maduro da por hecho que tendrá de su lado a partir de agosto una Constituyente que regirá al país como un "suprapoder" por tiempo indefinido.
La MUD preguntó a los venezolanos si rechazan la Constituyente, si apoyan unas elecciones y la renovación de los poderes públicos, y si quieren exigirle a la Fuerza Armada, el principal sostén de Maduro, que respete la Carta Magna.
Al votar en el simulacro, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, quien ha reiterado al presidente la lealtad de los militares, llamó "al pueblo a participar en la Constituyente".
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, pidió a la MUD no crear "falsas expectativas" con una "actividad política que no tiene ninguna consecuencia jurídica".
No obstante, Julio Borges, jefe del Parlamento de mayoría opositora, afirmó que la jornada "marcará un antes y un después".
Definido como un "acto de rebeldía", la oposición afirma que tras el plebiscito se activará la "hora cero", la fase decisiva de las protestas, sin descartar una huelga general.
La realización de la consulta opositora fue apoyada por parte de la sociedad civil, la Iglesia católica, Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos y varios gobiernos de América Latina y Europa.
Buscando darle credibilidad, la oposición nombró garantes a cinco rectores universitarios y cuenta como observadores con los expresidentes Vicente Fox (México), Andrés Pastrana (Colombia), Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica) y Jorge Quiroga (Bolivia).
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