Por: Pablo Uribe Ruan
Rendirse o "tirar la toalla", son las sensaciones que dejaron las declaraciones del cuerpo técnico y los jugadores de Nacional. ¿Acaso ya perdieron?
El miércoles al término del partido el campo estaba lleno de caras abatidas y una aceptación del empate por parte de los jugadores como si fuera una derrota. No sé qué pasó o cuál fue el motivo de las declaraciones, lo que sí es cierto es que Juan Carlos Osorio y sus dirigidos dejaron una imagen de miedo, de temor, y no de respeto, como se creía en el comienzo.
Sí, River es grande y tiene historia, pero tampoco es la gran "banda" de Funes y Alonso o el equipo del Enzo en el 96. Este River está bien trabajado por Gallardo y tiene en cada línea piezas importantes que le dan jerarquía y buen fútbol al equipo. Pero, por más que tenga un juego vistoso, tal como se ha dicho en este espacio, no merecen tanto respeto, ¿miedo?, pues Nacional tiene las mismas condiciones, por eso está ahí, en la final de la Copa Suramericana.
En la primera parte Nacional hizo ver tan mal a River que para muchos este fue el peor primer tiempo en la era Gallardo. Es cierto, el verde bajó la intensidad, le entregó el balón al "millonario" en la segunda parte y de ahí llegó el gol visitante. Sin embargo, en el ponderado del partido Nacional fue mejor: peligroso, vertical y con buen manejo del juego. Por eso, las declaraciones llaman la atención, ya que en el fútbol no se gana de camiseta, sino en el juego, y en la cancha, el mejor fue Nacional.
Parece que los verdes hubiesen caído en un solo round como si la batalla no tuviera un segundo episodio en el Monumental, allá en Núñez, donde los jugadores tendrán que demostrar de qué están hechos.