En una situación inédita para la historia política en Chile, un delfín anunció, en la Plaza Italia, en pleno corazón de Santiago, su intención de convertirse formalmente en candidato presidencial para las elecciones del próximo mes de noviembre.
Con el apoyo de Greenpeace, su propuesta central tendrá que ver con la protección del patrimonio medioambiental del país y el cuidado de los mares, especialmente ante el acecho de la industria del salmón en los mares de la Patagonia chilena.
Durante el discurso de lanzamiento, el Delfín Chileno señaló: “Parece que ni el mundo político ni el gobierno se da cuenta de la gravedad de la amenaza medioambiental que enfrenta hoy Chile. Estamos dentro de los 10 países más afectados en el mundo por los efectos del cambio climático y parece que a ningún candidato le importa. Queremos que el tema medioambiental sea tomado en serio y se transforme en una cuestión prioritaria”.
El anuncio de que un delfín busca convertirse en opción presidencial sorprendió al mundo político chileno, el cual vive un confuso y cambiante panorama a pocos meses de las próximas elecciones presidenciales del mes de noviembre.
En efecto, mientras la derecha consolida la opción del expresidente Sebastián Piñera, en el oficialismo el panorama es especialmente difícil al existir diversas luchas internas. Todo, más la seria amenaza electoral en que se ha convertido la opción presidencial de la izquierda (Frente Amplio).
En este contexto, el lanzamiento de un delfín como alternativa presidencial ha sido entendido como una muestra del deteriorado escenario político chileno.
Autodefinido como candidato independiente, el Delfín Chileno es apoyado por Greenpeace en su aventura política - y forma parte de la campaña Salvemos los Mares del Fin del Mundo.
Durante el acto, Estefanía González, jefa de campaña del candidato Delfín Chileno, declaró que “en Chile se enfrentan diversas amenazas medioambientales, pero una de las más graves se ubica en los mares de la Patagonia chilena, los cuales están siendo amenazados por la invasión de la industria salmonera. En estos no hay duda: si se instala ahí la salmonicultura, será la muerte de las aguas más limpias del planeta. Pero ningún candidato enfrenta ni asume como prioridad esta verdadera emergencia medioambiental que enfrentamos”.
Chile es el segundo exportador de salmón en el mundo. Según Greenpeace, la región de Magallanes podría ser explotada por más 400 concesiones de salmones. La instalación de estas granjas y su producción implican miles de toneladas de excremento y desechos, así como la mortandad de salmones en el mar.
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