El rabino israelí Ovadia Yosef, jefe espiritual del partido ultraortodoxo sefardí Shas, falleció a los 93 años el lunes en Jerusalén, donde está siendo llorado por decenas de millares de judíos ultraortodoxos.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, expresó en un comunicado su "profunda tristeza" por la muerte de este "gigante de la Tora" y "guía de las multitudes".
"Admiraba mucho su personalidad cálida y su rectitud. Aprendí de él en cada uno de nuestros encuentros", dijo Netanyahu.
El presidente Shimon Peres interrumpió un encuentro con el presidente checo Milos Zeman para visitar al rabino Yosef en el hospital, poco antes de su muerte.
"Era nuestro padre, el de todos, nuestro dirigente, nos quedamos huérfanos, nos quedamos solos sin él, ¿quién nos guiará ahora?", declaró entre sollozos el diputado Aryeh Deri, dirigente político del partido ultraortodoxo sefardí Shas.
Decenas de miles de personas, en su mayoría ultraortodoxos vestidos de negro, hombres separados de las mujeres, se congregaban entre llantos y plegarias desde las primeras horas de la tarde en el barrio de Geula, cerca de la 'yeshiva' (seminario talmúdico) de Jerusalén, en donde el rabino estudió en su juventud, para su oración fúnebre.
Las calles aledañas, bajo alta protección policial, fueron cerradas a la circulación. Varias personas tenían la camisa desgarrada en signo de luto.
"Perdimos a un padre", declaró a la AFP Eliel Haouzi, de 26 años, añadiendo que "el rabino Yosef es irremplazable para el pueblo judío".
El rabino será enterrado el lunes en la noche, en presencia de miles de personas y dirigentes de Estado, en el cementerio de Sanhedria en Jerusalén.
Radios y televisiones interrumpieron sus programas tras el anuncio de su muerte.
"A pesar de todos nuestros esfuerzos, la degradación que comenzó esta noche continuó (...) el rabino murió hace unos minutos", declaró el doctor Dany Gilon, del hospital Hadasá Ein Kerem de Jerusalén.
El estado de salud del rabino Yosel, hospitalizado desde finales de septiembre por problemas cardíacos y respiratorios, se degradó el domingo por la noche.
Lenguaje crudo
Durante un encuentro con parlamentarios israelíes en Ramalá, el presidente palestino Mahmud Abas pidió "transmitir sus condolencias a la familia de Ovadia Yosef".
A principios de los años 2000, el rabino Yosef creó polémica tras declaraciones en las que tildó a los palestinos y a los árabes en general de "hormigas" o "serpientes".
La influencia de este ex gran rabino de Israel, no se limita al mundo religioso sefardí. Durante mucho tiempo fue considerado un aliado imprescindible de los dirigentes israelíes, que a menudo recurrían al Shas para formar una mayoría.
En agosto de 2012, Benjamín Netanyahu envió a uno de sus principales colaboradores para obtener su respaldo en caso de un eventual ataque contra Irán. El Estado hebreo sospecha que Teherán quiere fabricar el arma atómica, a pesar de sus desmentidos.
En los últimos años y a pesar de su estado de salud, el rabino Yosef seguía recibiendo en su casa a políticos de todos los bordes.
A principios de los años 1980, el rabino Yosef se pronunció a favor de concesiones territoriales a los palestinos para lograr la paz. Pero en los últimos tiempos tomó posiciones cada vez más nacionalistas, aliándose a menudo con la derecha debido a la presión de la base.
Durante las últimas elecciones del 22 de enero, el Shas logró 11 escaños de un total de 120 en el parlamento unicameral (Knesset), encontrándose en la oposición por primera vez en muchos años.
Considerado como un excepcional conocedor de la Tora, el rabino Yosef solía dirigirse a los fieles en un lenguaje popular, lleno de dichos, citaciones de textos sagrados y bromas a expensas de sus rivales.