Que ponga fin a las sentadas de los partidarios del derrocado presidente islamista Mohamed Mursi, encargó el gobierno interino de Egipto a la policía, lo que de inmediato fue desestimado por éstos y llamaron a seguir manifestándose.
En el plano diplomático, varios dirigentes o políticos extranjeros tenían previsto viajar a Egipto para intentar favorecer una salida política, tras el golpe militar que derrocó a Mursi el pasado 3 de julio.
Y, en el campo judicial, se informó que el guía de los Hermanos Musulmanes egipcios, Mohamed Badie, y otros dos dirigentes encarcelados serán juzgados por "incitación al asesinato", por los hechos registrados el 30 de junio, tres días antes de la caída del mandatario islamista.
El gobierno interino encargó a la policía que tome las "medidas necesarias" para poner fin a las manifestaciones de los partidarios de Mursi, que considera una "amenaza para la seguridad nacional".
El pulso entre las Fuerzas Armadas y el movimiento favorable a Mursi hace temer nuevos baños de sangre, como el del sábado pasado, en el que la represión policial causó la muerte de 82 civiles.
"La prosecución de una situación peligrosa en las plazas de Rabaa al Adauiya y Nahda, el consiguiente terrorismo y los bloqueos de calles ya no se pueden aceptar, dada la amenaza para la seguridad nacional" que representan, afirmó el gobierno interino.
Miles de partidarios de Mursi ocupan desde hace más de un mes estas dos plazas de El Cairo.
Poco después, una coalición de grupos que exigen la vuelta a la presidencia de Mursi llamó a seguir manifestándose.
"No va a cambiar nada", declaró el portavoz de la coalición, Gehad El Haddad, cuando se le preguntó si se iban a suspender las manifestaciones, calificando a la orden del gobierno interino de "tentativa de aterrorizar a los egipcios".
El gobierno ya había advertido que estaba dispuesto a dispersar, llegado el caso por la fuerza, los campamentos de partidarios de Mursi en El Cairo. En este contexto, los llamados internacionales para que se encuentre una salida política que incluya a todas las partes se han multiplicado.
Ayer, una delegación de la Unión Africana (UA) se entrevistó con Mursi, detenido en un lugar secreto por el ejército desde su destitución. La UA suspendió la participación de Egipto en la organización, tras el golpe militar que derrocó a Mursi./AFP