La reelección de Juan Manuel Santos fue sin duda la noticia política del año, dado el escenario en que se produjo.
Como lo expresó oportunamente EL NUEVO SIGLO, una de las particularidades es que fue la primera vez que se usó como parte del ordenamiento legal, pues en 2006 el entonces mandatario Álvaro Uribe logró continuar en el solio de Bolívar gracias a que promovió la reforma constitucional en su propio beneficio.
Pero quizás más importante es que los electores sabían que Santos estaba utilizando la figura por última vez, pues prometió eliminarla.
En noviembre de 2013, el presidente Santos anunció su propósito de presentarse a la reelección, argumentando la convicción "de que hemos avanzado lo suficiente y que, por fin, es posible llegar a ese futuro de prosperidad y de paz que merecemos todos los colombianos".
"Cuando se ve la luz al final del túnel, no se puede dar marcha atrás", dijo Santos, en referencia al proceso de paz con las Farc, a la vez que aseguró estar "convencido de que estamos frente a una gran oportunidad de lograr una Colombia en paz".
"Mi deber como mandatario, mi obligación como colombiano, es no permitir que se pierda todo lo que hemos logrado en los esfuerzos de paz", añadió el mandatario.
Con relación a Uribe, Santos dijo que "hace siete años los colombianos dimos la oportunidad a mi antecesor de consolidar unas políticas de seguridad que resultaron exitosas y que hemos seguido fortaleciendo".
"Hoy yo quiero esa misma oportunidad para consolidar la paz y la prosperidad para el país", aseguró.
"No nos podemos quedar a la mitad del camino en materia económica y en seguridad", declaró el jefe de Estado, que insiste en que quiere "continuar liderando las grandes transformaciones que se han puesto en marcha".
En contraste con esto, la posición gubernamental de rechazo a la reelección como institución fue consistente.
En julio, por ejemplo, la Casa de Nariño, al devolver “por razones de inconveniencia” un proyecto de ley referente a la reelección del auditor general de la República, recordó que "el Gobierno ha manifestado públicamente su intención de suprimir la figura de la reelección de servidores públicos, para lo cual ha anunciado, incluso, la presentación de un proyecto de reforma constitucional que la prohíba en el caso del presidente de la República".
Efectivamente, una vez reelecto, Santos promovió un consenso político, en primer lugar entre las colectividades de la Unidad Nacional, pero también fuera de ella, por la eliminación de la figura, lo que resultó en una reforma constitucional que se ha denominado proyecto de equilibrio de poderes y ajuste institucional.
Es más, durante el trámite el Congreso quiso ir más allá y estableció una cláusula pétrea para que la reelección presidencial solo se pueda revivir por medio de un referendo o una asamblea constituyente, toda vez que el uribismo trató de revivirla con nombre propio.
La sobrevivencia de la cláusula pétrea aún está en veremos, pues al prepararse la iniciativa para cursar su segunda vuelta, los ponentes en la Comisión Primera de la Cámara temen que ese aparte de la reforma pueda ocasionar que la Corte Constitucional la declare inexequible.