La Unión Europea (UE) busca reavivar el debate sobre una mayor "solidaridad fiscal" en la zona euro a través de una mutualización común de la deuda, durante la cumbre europea del 18 y 19 de octubre, según un informe de su presidente, Herman Van Rompuy.
El camino hacia una "auténtica unión monetaria y económica" no debe alcanzarse sólo mediante un "refuerzo de la disciplina", explicó el informe. "Debemos crear formas de solidaridad" a través de un "mecanismo fiscal que tenga la capacidad de emitir deuda", aseguró sin precisar si se refiere a los eurobonos, una idea que fue abandonada ante la oposición de Alemania.
La idea de los eurobonos, impulsada por Francia pero rechazada de plano por Alemania, es asumir de forma solidaria la deuda de todos los países de la zona y unificar los intereses que pagan.
Una emisión conjunta de deuda generaría mayor confianza en los mercados, ya que estaría respaldada por toda la eurozona, incluso sus países calificados con la Triple A, lo que a la postre aliviaría la crisis soberana de los países más débiles como España e Italia.
El informe insiste sobre la firma de un contrato vinculante con los países de la zona euro en el que deberán comprometerse a cumplir con las recomendaciones de las autoridades europeas en un plazo establecido.
El objetivo es hacer más estricto el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión Europea para cada país.
Actualmente, los Estados suelen comprometerse a seguir las recomendaciones de la Comisión Europea (CE) pero en este caso la idea sería ir un poco más lejos: lograr que cada país firme un Memorando de Entendimiento (acuerdo) "con carácter vinculante" y un calendario preestablecido con plazos límites.
A cambio, la Unión Europea ofrece compensar "las reformas emprendidas de los Estados miembros mediante incentivos limitados, flexibles, definidos y temporales", añade el texto.
De otro lado, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, estimó ayer que "no hay alternativa" a la reducción de la deuda de los Estados de la zona euro, después de que la directora general del FMI abogara por darle más tiempo a Grecia.
"No hay alternativa a mediano plazo para las deudas de los Estados que son demasiado elevadas, sobre todo y en particular para el euro y la zona euro en su conjunto", explicó Schauble en un debate en Tokio junto a la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Fue la responsable del Fondo quien abogó por reducir el ritmo del ajuste fiscal el jueves, en rueda de prensa durante la asamblea del Fondo.
"En lugar de una reducción frontal y masiva (...), a veces es preferible disponer de un poco más de tiempo", dijo Lagarde, quien citó expresamente tres países: Portugal, España y Grecia.
En este último caso, aseguró que quizás dos años más serían necesarios para que Atenas pudiera salir del atolladero.
"El ajuste es necesario, pero no va a ser del mismo ritmo para todo el mundo", dijo Lagarde en el debate junto al ministro alemán, transmitido en directo por la emisora británica BBC.
Schauble replicó a su vez que actualmente una misión europea se encuentra en Atenas. "Tenemos que esperar al resultado de este informe. Hasta entonces no hay que especular", indicó.
En todo caso, "la situación en Grecia es única", aseveró.