El primer ministro griego, Alexis Tsipras, aseguró este domingo en su primer discurso de política general que mantendrá todas sus promesas electorales y buscará un acuerdo con la Unión Europea (UE), días antes de las reuniones cruciales para el futuro del país.
En un discurso repleto de referencias al "orgullo nacional" devuelto a los griegos por el nuevo gobierno de izquierda radical, Tsipras se comprometió a "construir una nueva Grecia independiente económicamente, soberana, que trate de igual a igual en la Unión Europea y en la zona euro".
La "decisión inquebrantable del gobierno consiste en cumplir con todas sus promesas preelectorales", lo cual "es una cuestión de honor y respeto", dijo Tsipras, cuya formación, Syriza, se impuso en las elecciones legislativas del 25 de enero.
"Grecia quiere cumplir con su deuda. Si nuestros socios quieren, están invitados a venir a la mesa de negociaciones para hablar de la forma de hacerla viable", dijo el primer ministro, para quien, respecto al abandono de la austeridad, "la solución debe ser europea y Grecia puede ser el catalizador".
"Es un problema de elección política. El problema de la deuda se perpetuará mientras nuestros socios insistan en la austeridad", añadió.
Así, recordó que su país "no quiere una extensión del programa de ayuda (que expira el 28 de febrero, ndlr), sino un programa-puente" hasta junio, para poder presentar y negociar todas sus propuestas.
Tsipras anunció también en su discurso la aplicación de una serie de medidas incluidas en su programa, entre ellas, la reapertura por vía legislativa de la cadena pública ERT, cerrada abruptamente en junio de 2013 por el anterior gobierno, para ahorrar dinero.
Asimismo, avanzó medidas para los hogares más pobres y la contratación únicamente de los funcionarios despedidos "ilegalmente", esto es, unas 3.000 personas.
"El restablecimiento gradual del sueldo mínimo a 750 euros" mensuales de aquí a 2016, añadió. Actualmente, el sueldo mínimo está en 586 euros mensuales.
Al final de su discurso, Tispras subrayó además que era "una obligación moral" e "histórica" reclamar a Alemania "indemnizaciones de guerra y el reembolso del préstamo obligatorio" que los nazis impusieron a Grecia y nunca fue devuelto al final de la Segunda Guerra Mundial. El montante total de ello sería de 162.000 millones de euros, esto es, el equivalente de la mitad de la deuda griega.
Aunque Berlín respondió anteriormente "no" en base a criterios jurídicos, el primer ministro griego considera que este caso constituye un buen argumento en las negociaciones.
- Tradición de compromiso en la UE -
Tras anunciar el programa de gobierno griego y una serie de encuentros bilaterales esta semana, Bruselas espera ahora a los representantes griegos para sus primeras reuniones del grupo.
El ministro de Finanzas, Yanir Varoufakis, participará el miércoles en su primer Eurogrupo -reunión de los ministros de Finanzas de los 19 países de la zona euro- y Tsipras acudirá el jueves a su primera cumbre europea.
Atenas quiere sentar nuevas bases frente a la troika negociadora (UE, BCE, FMI), con una reducción de su deuda (actualmente de 300.000 millones de euros), a través de mecanismos financieros sofisticados y menos obligaciones presupuestarias.
Pero la mayoría de sus socios europeos, con Berlín a la cabeza, han acogido hasta el momento con frialdad estas propuestas.
Los analistas, no obstante, se mostraban este fin de semana más tranquilos.
"Creemos que no vamos hacia un enfrentamiento, a nadie le interesa", declaró este fin de semana a la cadena Euronews Etienne de Callatay, economista jefe del Banco Degroof en Bruselas.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, dejó entrever la posibilidad de que Atenas no se dirija a los expertos de la troika, sino directamente a la UE y al FMI.
Para el rotativo liberal Kathimerini, la próxima semana será o bien la de la "adaptación de ambas partes a la realidad" o la de la "colisión".
El portavoz del gobierno se mostró más optimista en una entrevista al diario To Vima (centro izquierda): "La tradición en la UE es el compromiso tras un largo periodo de duras negociaciones. Llegaremos a un acuerdo", aseguró Georges Sakellaridis.
El expresidente de la Reserva Federal estadounidense Alan Greenspan se convirtió el domingo, no obstante, en la voz discordante, al estimar que Grecia terminaría por abandonar la unión monetaria. "Es una cuestión de tiempo", aseguró a la BBC.