Soldados turcos y rebeldes sirios entraron en la ciudad de Al Bab, bastión del grupo Estado Islámico (EI) en el norte de Siria, mientras las fuerzas del gobierno se acercaban al feudo yihadista, anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Las fuerzas turcas y sus aliados rebeldes han penetrado en la parte oeste de la ciudad y han tomado el control de varias zonas", precisó la oenegé basada en Reino Unido.
El OSDH añadió que se estaban produciendo intensos combates en la ciudad, último bastión del grupo yihadista en la provincia de Alepo, en el norte de Siria.
Según la agencia oficial turca Anadolu, que cita fuentes militares, un soldado turco habría muerto y otro habría resultado herido en los enfrentamientos.
La localidad se encuentra en el punto de mira de dos bandos rivales: por un lado, el ejército turco, que junto a los rebeldes sirios avanza por el norte, este y oeste; por el otro, las tropas del régimen sirio, que la asedian por el sur desde el lunes, cuando lograron hacerse con el control de la carretera estratégica que conduce a la ciudad.
Según el OSDH, estas últimas alcanzaron el viernes la periferia de Al Bab y se encuentran a 1,5 km.
Turquía entró de lleno en el conflicto sirio en agosto con la campaña "Escudo del Éufrates", que busca golpear al mismo tiempo al EI y a las milicias kurdas. Tras un inicio contundente, llevaba dos meses atascada en la entrada de Al Bab.
Más de 60 bajas turcas-
Al menos 66 soldados turcos habrían muerto desde el inicio del operativo, la mayoría en ataques de los yihadistas, según la agencia turca Dogan.
El jueves, Rusia bombardeó por error una posición turca dirigida contra el EI en Al Bab, matando a tres militares.
Pese a apoyar a distintos bandos en la guerra -Rusia es aliado del régimen y Ankara respalda a la oposición-, ambos han trabajado juntos en los últimos meses.
Moscú y Ankara auspiciaron de forma conjunta un cese el fuego en todo el país que se mantiene en pie desde el 30 de diciembre, y alentaron una ronda de negociaciones de paz el mes pasado en la capital de Kazajistán, Astana.
Al Bab lleva bajo control del EI desde 2014, cuando el grupo conquistó grandes áreas de territorio en Siria e Irak, y ha instaurado en ellas un autoproclamado califato.
En los últimos meses, sin embargo, los yihadistas se han visto expulsados de muchos de sus feudos, bien por la ofensiva de las fuerzas turcas, bien por la alianza arabokurda bautizada como Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
Las FDS cuentan con apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos que combate al EI en Siria e Irak, pero Turquía considera a la parte kurda de la alianza como "terroristas".
La alianza pretende expulsar al EI de Raqa, capital de facto del grupo extremista en Siria. El avance, sin embargo, se está viendo ralentizado en parte porque los yihadistas han minado todo el territorio alrededor de la ciudad, según oficiales de las FDS.
- ¿Nuevas conversaciones en Astana? -
La coalición arabokurda habría avanzado el sábado unos ocho kilómetros en dirección a Raqa, aunque sus fuerzas se encuentran aún lejos del norte de la ciudad, según dijo el OSDH el sábado.
Turquía ha insinuado que también podría dirigirse hacia Raqa cuando concluya la operación en Al Bab y de hecho, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan discutió al respecto con el presidente estadounidense Donald Trump en una conversación telefónica esta semana.
El conflicto en Siria ha dejado más de 310.000 muertos desde que protestas antigubernamentales en marzo de 2011 derivaron en una cruenta guerra civil con múltiples actores nacionales e internacionales implicados en ella.
Tras varias rondas de conversaciones de paz en las que no han llegado a ninguna solución política, un nuevo encuentro tendrá lugar el 20 de febrero en Ginebra, aunque de momento no se han enviado las invitaciones.
El sábado, el ministro de Relaciones Exteriores de Kazajistán dijo que el responsables del gobierno y rebeldes sirios serían invitados a participar en nuevas discusiones el 15 y 16 de febrero en Astana, con participación del enviado especial de la ONU Staffan de Mistura y observadores estadounidenses.