El cuerpo sin vida del cineasta iraní Abbas Kiarostami, fallecido el lunes a los 76 años en Francia, llegó a Irán, informó la agencia de prensa Isna.
Varias personalidades del mundo del cine iraní recibieron en el aeropuerto de Teherán el cadáver de Kiarostami, que llegó desde París acompañado de sus hijos y del director de la Casa del Cine de Irán, Reza Mir Karimi, según Isna.
El emblemático cineasta, galardonado en 1997 con la Palma de Oro de Cannes por "El sabor de las cerezas", recibirá sepultura el domingo en Lavasan, cerca de Teherán.
Tras varios meses de enfermedad y de cuidados en un hospital privado de Teherán, viajó a Francia la semana pasada para recibir un tratamiento adicional.
Según medios iraníes, murió el lunes en un hospital privado de París a consecuencia de un accidente cerebrovascular.
Irán rindió a partir del martes un homenaje a su director, uno de los más importantes del siglo XX en todo el mundo. El presidente Hasan Rohani subrayó su "mirada diferente y profunda" sobre la vida.
El ministro de Cultura iraní, Ali Janati, lo calificó por su parte de "un vanguardista con un enfoque humanista y moral".
En Teherán, algunos cientos de personas se congregaron ante el museo del cine para recordar al cineasta y alabar su obra con velas y fotografías.
Nacido en Teherán en 1940, en el seno de una familia modesta, Kiarostami se dio a conocer junto con la generación de directores iraníes de los años setenta, conocida como la Nueva Ola.
Los premios que cosechó en los festivales más importantes del mundo le confirieron notoriedad mundial, sobre todo a partir de "A través de los olivos" (1994).
Tras la revolución de 1979 permaneció en el país, pero realizaba muchos de sus proyectos en el extranjero, tolerado por el régimen religioso.
Ficciones o documentales, cortos o largometrajes, en total más de 40 títulos componen una filmografía que se caracteriza por un estilo discreto, un realismo algo sombrío, una fotografía delicada y un humor soslayado.