El Presidente Juan Manuel Santos afirmó que la reforma tributaria aprobada por el Congreso, es progresiva y “nos ayuda a mantener la inversión social”.
El Jefe del Estado al intervenir en un conversatorio sobre temas económicos en el Centro Cultura García Márquez de la capital, reiteró que el impuesto a la riqueza –no le gustan que le llamen riqueza contra la pobreza- solo lo va a pagar un porcentaje muy pequeño de la población, el uno por mil de los colombianos”.
Aseguró que se trata de “un impuesto progresivo que lo que va a contribuir es a financiar los programas que nos están ayudando a mejorar la situación social del país”.
El Jefe del Estado puso de presente que los programas sociales que impulsa su administración como: Cero a Siempre, educación gratuita, adulto mayor, se enfocan a un sector de la población que ha estado abandonado y “donde cualquier ayuda es enorme desde el punto de la rentabilidad social”.
Con respecto al Plan de Desarrollo que está en discusión, explicó que “tiene un doble enfoque: mejorar la equidad regional y seguir cerrando las brechas, porque la equidad también entre regiones es importante de buscar”.
Acotó que lo lógico es invertir donde se concentra la pobreza y en Colombia se encuentra en el campo.
Por último, el Mandatario también aseveró que “la mejor inversión que puede hacer un rico es mejorarle las condiciones a los pobres. Es la mejor inversión que puede hacer. Porque de otra forma el sistema no es perdurable, el sistema va ser muy frágil”.
“Reforma no es suficiente, bajo coyuntura actual”
Después que la Reforma Tributaria pasara a sanción presidencial, la Contraloría General de la Nación dijo que es posible que no alcance a cubrir la brecha presupuestal y por el contrario se podrían ampliar las necesidades de financiamiento.
Consideró también la CGR que si el Gobierno tiene la pretensión de cumplir con las metas de déficit fiscal en los próximos años, se vería abocado a realizar un recorte en la inversión.
"La reforma tributaria planteada reviviría tributos que estaban próximos a su desmonte y con ello lograría mantener esa fuente de ingresos, pero bajo las condiciones actuales estos no podrían ser suficientes para balancear el presupuesto de 2015 ni la proyección del Marco de Gasto para 2016, en la medida que se continúe con la incertidumbre que genera el comportamiento actual de las variables macroeconómicas y la inflexibilidad del gasto".
El organismo de control hizo este diagnóstico en el segundo número de su Boletín Macro Fiscal, al analizar si "¿Será suficiente la reforma tributaria bajo la coyuntura actual?"
Sostiene la Contraloría que "teniendo en cuenta el comportamiento reciente de las variables macro, especialmente los bajos precios del petróleo, y la inflexibilidad del gasto, es posible que aunque se apruebe esta reforma tributaria la brecha presupuestal no se alcance a cubrir, y por el contrario se puedan ampliar las necesidades de financiamiento".
En primer lugar, con la caída de las cotizaciones internacionales del petróleo en los últimos meses de 2014, el promedio anual estaría cercano a los 92 dólares por barril al cierre de año, lo cual está por debajo del promedio que se tenía previsto en las cuentas del gobierno en esta vigencia (97 dólares por barril) y podría afectar los años 2015 y 2016 si el precio no recupera los niveles cercanos a 100 dólares por barril, pues impactaría la dinámica de los ingresos del gobierno a través de un menor recaudo tributario y una menor distribución de utilidades de Ecopetrol.
De acuerdo con estimaciones de la Contraloría, la dinámica de los ingresos ya no sería como la contemplada en el Marco Fiscal de Mediano Plazo con tasas de 7,6% y 8,1% anual para 2015 y 2016, sino que se reduciría alrededor de 5,7% y 3%, debido a una caída de la renta petrolera cercana de $2.0 billones para 2015 y de $11 billones en 2016.
En segundo lugar, señala el análisis de la CGR, es poco el margen de maniobra del Gobierno para reducir el servicio de la deuda y el gasto de funcionamiento. Este último ha tenido una tendencia de crecimiento promedio anual de 12,2% en los últimos 4 años, determinada especialmente por las pensiones, las transferencias como el Sistema General de Participaciones –SGP, los recursos para atender el paro de la Rama Judicial del 2012, el aumento del pie de fuerza y la reestructuración de la Fiscalía.
Por tanto, advierte entonces la Contraloría, "si el Gobierno pretendiera cumplir con las metas de déficit fiscal en los próximos años, como pareciese ya haberlo contemplado en el nuevo Plan de Desarrollo, se vería abocado a realizar un recorte sobre una de las variables que es más flexible, como lo es la inversión, y así volver a equilibrar la brecha que se ha abierto entre unos gastos que se mantienen y unos ingresos que van a la baja".
Adicionalmente, la actual reforma tributaria que se discute en el Congreso no contempla recursos para cubrir las obligaciones adicionales que se derivarían de un eventual proceso de paz.