Transición política en china está lista | El Nuevo Siglo
Lunes, 13 de Agosto de 2012

En la estación balnearia china de Beidaihe, con sus playas repletas de turistas, solo una mayor cantidad de policías señala la presencia en el lugar de los máximos dirigentes comunistas, reunidos para preparar la próxima y crucial transición política.

Las conversaciones anuales de Beidaihe no existen oficialmente, pero la prensa estatal informó recientemente que varios dirigentes se trasladaron a esta ciudad costera, situada a 285 km de Pekín.

En la época de Mao Tse Tung la peregrinación estival a la estación balnearia, inmortalizada por fotos de playas repletas, era normal para los altos dirigentes del Partido. El viaje forma parte desde entonces del calendario político chino.

Pero este año las discusiones en Beidaihe revisten una importancia especial: en octubre se llevará a cabo el XVIII Congreso del Partido Comunista chino (80 millones de miembros) que verá la llegada de una nueva generación de dirigentes.

El vicepresidente Xi Jinping será muy probablemente el sucesor del presidente Hu Jintao, y el viceprimer ministro Li Keqiang el del primer ministro Wen Jiabao. Ellos deben ser los únicos jerarcas mantenidos en el Comité permanente del Buró político, el meollo del poder en China.

La sucesión está abierta para los otros siete puestos, siempre y cuando este Comité permanente siga contando con nueve miembros, lo cual no es seguro, ya que importantes rumores hablan de una remodelación a siete.

Por otra parte, los dirigentes comunistas deben lidiar con las consecuencias de uno de los peores escándalos que ha golpeado al Partido desde hace décadas: la caída de Bo Xilai, el ex ambicioso secretario general de la megalópolis de Chongqing, cuya esposa reconoció esta semana ante un tribunal que había asesinado a un empresario británico.