Ante el Juez 12 Penal Municipal de Bogotá, con función de control de garantías, Pedro Trujillo Duarte, su hijo Oscar Trujillo Reina y Julián Ardila Ceballos aceptaron los cargos que la Fiscalía les imputó por el delito de trata de personas trasnacional y fueron cobijados con medida de aseguramiento intramuros.
La Fiscalía advirtió que los procesados, al parecer, contactaban mujeres atractivas en redes sociales y tras ganar su confianza las motivaban a adquirir mercancía a bajo costo en China para vender en Bogotá y Medellín.
Los traficantes ofrecían a sus víctimas el pago de los pasajes hasta Alemania y luego a China, el alojamiento y la alimentación.
Durante el proceso la Fiscalía estableció que dos de las víctimas, que eran primas, fueron convencidas de traer tenis y ropa desde Guanzhou (China).
Para el 24 de abril de 2011 les informaron que todo ya estaba listo y que desde Medellín donde residían, debían viajar a Bogotá y que en el terminal de transportes serían recibidas por Pedro Trujillo y su hijo, quienes las llevarían un sitio de Fontibón, donde les entregarían los pasaportes y pasabordos con destino a Alemania, para viajar posteriormente a la citada población china.
Ya en China las mujeres fueron recibidas por uno de los involucrados y otras dos personas, quienes las trasladaron a un apartamento para quitarles los pasaportes, pero las víctimas no lo permitieron.
Una vez instaladas les advirtieron que debían de pagar el pasaje, cuyo valor era de $50 000 000 y que la única forma rentable era la de prostituirse en la Discoteca Kama y la calle Jemssy Lu Ma Lu, en fueron explotadas sexualmente con extranjeros que pagaban entre 100 y 300 dólares la hora.
Al mes de estar allá el 26 de mayo de 2011, las víctimas decidieron fugarse. Una de ellas que tenía tiquete abierto pudo hacerlo efectivo mientras que a su prima se le había vencido y logró llegar hasta la embajada de Colombia en China donde le brindaron protección ocho días y luego fue repatriada.