La tormenta tropical Nate descargó intensas lluvias en Centroamérica, donde 20 personas murieron en Nicaragua, Costa Rica y Honduras, mientras avanzaba hacia México y Estados Unidos este jueves en la noche.
Miles de personas debieron abandonar sus viviendas y refugiarse en albergues improvisados en iglesias y centros comunales de Costa Rica y Nicaragua, mientras los meteorólogos advertían que Nate ganaría fuerza y se convertiría en huracán.
El país más afectado con la tormenta que inició el miércoles fue Nicaragua, donde 11 personas murieron y siete permanecen desparecidas, dijo a medios oficiales la vicepresidenta y portavoz del gobierno Rosario Murillo.
En Costa Rica se registraron 8 muertos, incluida una menor de tres años, y 15 desaparecidos, mientras en Honduras las lluvias provocaron tres muertes y tres desaparecidos.
Los aguaceros provocaron escenas dantescas de árboles arrancados de raíz, puentes colapsados, carreteras convertidas en ríos y casas inundadas en los países afectados.
Murillo declaró que hay "11 hermanos fallecidos y (los) desaparecidos son 7" por la tormenta Nate, que se desplazaba hacia el Golfo de México, donde podría convertirse en huracán y azotar el sur de Estados Unidos, según el Centro Nacional de Huracanes estadounidense (NHC).
“Se espera que después el centro (de Nate) se mueva cerca o sobre porciones del noreste de la Península de Yucatán y las islas adyacentes (en la) tarde el viernes o viernes en la noche, y moverse hacia el Golfo de México el sábado”, dijo el NHC.
En México, en el turístico estado de Quintana Roo, donde se localiza el balneario caribeño de Cancún, autoridades de protección civil se declararon en sesión para dar seguimiento a Nate.
"Las afectaciones por 'Nate' se pronostican por un lapso de 8 a 10 horas (del viernes), por lo que en primeras horas del sábado saldría de Quintana Roo", dijo el gobernador Carlos Joaquín tras declarar al distrito en alerta verde.
Nate es el último fenómeno en una temporada ciclónica devastadora en el Atlántico, con los huracanes Irma y María que azotaron islas caribeñas y Harvey, que devastó zonas del estado norteamericano de Texas.
Murillo agregó que hay más de 10.000 personas afectadas por inundaciones, deslaves, caminos destruidos y casas dañadas en 31 municipios de Nicaragua. Varias zonas quedaron sin energía eléctrica.
Nicaragua y Costa Rica suspendieron las clases y el segundo de esos países dio asueto a los empleados de servicios públicos no esenciales para jueves y viernes.
En Costa Rica, las víctimas fatales incluyen a dos trabajadores agrícolas nicaragüenses, de 21 y 23 años, así como una niña de tres años que murió en un alud, según el Organismo de Investigación Judicial.
Entre los desaparecidos en Costa Rica figuran los tripulantes de dos embarcaciones pesqueras que naufragaron en medio de fuertes oleadas en el Pacífico.
- Daños extendidos -
Al menos 18 rutas nacionales de Costa Rica fueron totalmente cerradas y otras 13 estaban con paso regulado, según el Ministerio de Obras Públicas y Transporte.
En Honduras, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) declaró alerta amarilla en 10 departamentos y verde en los restantes ocho, mientras el país se prepara para el impacto de la tormenta Nate.
El portavoz del Cuerpo de Bomberos de Honduras, Oscar Triminio, dijo que de las tres víctimas fatales en ese país dos murieron ahogadas y la tercera fue arrastrada por la crecida de un río.
En tanto, en Guatemala 347 viviendas resultaron dañadas por las lluvias, mientras el gobierno declaró alerta amarilla por el mal tiempo, según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres.
Más de 90 albergues fueron habilitados en Costa Rica y ya hay más de 5.000 personas que debieron abandonar sus casas por inundaciones o riesgo de deslave, indicó Iván Brenes, director de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
La CNE dijo que ha recibido más de 8.700 reportes de incidentes por inundaciones, deslizamientos y fuertes oleajes en el Pacífico.
"Las lluvias van a continuar, los suelos están saturados y persiste el peligro de terraplén o crecidas de ríos", adelantó Brenes, al llamar a la población a mantenerse atenta a los riesgos a su alrededor y acatar los llamados a evacuar.
El gobierno alertó a la población a tomar precauciones por la posibilidad de que cocodrilos que viven en ríos costeros se acerquen a las casas por las crecidas de los afluentes.
El fenómeno obligó a aplazar para sábado el partido entre Costa Rica y Honduras, programado originalmente para viernes en San José, informó la Federación Costarricense de Fútbol.
La Federación suspendió la próxima fecha del campeonato local de fútbol, programada para el fin de semana.