El trágico saldo por la tormenta de nieve que afectó el noreste de Estados Unidos aumentó el viernes a 13 muertos con la confirmación de tres víctimas más en Buffalo, en el oeste del estado de Nueva York, donde la preocupación ahora son las inundaciones.
"Hemos pasado lo peor. La temperatura aumentará en los próximos días. Y con el calor llegará el derretimiento y las inundaciones", señaló en conferencia de prensa el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, de visita en Buffalo, cerca de las cataratas del Niágara y la frontera con Canadá.
Se esperan crecidas de entre 1,5 y 1,8 metros, afirmó de su lado Marc Poloncarz, el responsable del condado de Erie, uno de los más afectados por la tormenta que comenzó el martes y sólo cedió el jueves por la noche.
Tras una temperatura de -2 grados celsius el viernes, el pronóstico meteorológico anuncia 11º el sábado y 15,5º el domingo.
Si bien la situación comenzaba a normalizarse, Poloncarz confirmó tres nuevas muertes, que elevan a 13 el saldo de víctimas fatales.
Dos ancianos fallecieron cuando estaban siendo trasladados de un hogar para abuelos dañado por la tormenta en Cheektowaga, cerca de Buffalo, en la frontera con Canadá.
Además, un hombre de 50 años fue hallado muerto en su vehículo, también en Cheektowaga.
Las autoridades ya habían informado antes de diez víctimas mortales, entre ellas varias que sufrieron una crisis cardíaca mientras despejaban la nieve, otra que fue atropellada cuando iba a ayudar a liberar un vehículo y dos por hipotermia.
La colosal tormenta destruyó techos y tejados, dañó casas y negocios, llevó a la cancelación de vuelos y bloqueó a automovilistas hasta por dos noches en autopistas.
Cuomo había decretado el estado de emergencia en una decena de condados del noroeste, donde las oficinas estatales permanecieron cerradas el viernes.
- La peor tormenta en 35 años -
Poloncarz describió a la tormenta como una de las peores que recuerde y aseguró que en las zonas más afectadas fue más devastadora que el mortal temporal de nieve de 1977, que había dejado 23 muertos.
"En las áreas donde más impactó fue peor que en 1977, pero no afectó a toda la comunidad como ocurrió aquella vez", explicó a la prensa.
Desde el martes cayeron unos dos metros de nieve en la región de Buffalo, más de lo que nieva generalmente en todo un año.
Si bien muchas rutas continuaban cerradas al tránsito, el gobernador Cuomo anunció este viernes la apertura parcial de algunas, con el objetivo primordial de permitir la circulación de camiones que transportan mercaderías, insistiendo con que se eviten viajes innecesarios.
La mejoría del clima también permitiría acelerar los trabajos de limpieza. Según el alcalde de Buffalo, Byron Brown, ya se retiraron cerca de 30.000 toneladas de nieve, es decir el equivalente a unos 1.500 camiones.
Cuomo dio a conocer además medidas de urgencia para responder de manera más eficaz a cuestiones sanitarias, garantizando el acceso a medicación y otorgando a los centros médicos más flexibilidad para admitir, transferir y liberar pacientes/AFP.