Los principales daños y delitos ambientales que se cometen actualmente en el país fueron revelados en desarrollo del primer Congreso Internacional de Criminología Verde, que realizó la Facultad de Derecho de la Universidad Antonio Nariño (UAN).
De acuerdo con los expertos, los monocultivos causan uno de los principales daños al entorno, ya que por la siembra de un único producto -que en la mayoría de casos no suple con las necesidades básicas de alimentación de los colombianos-, sumado al uso de agroquímicos, se está dañando al ecosistema.
Para David Goyes, docente investigador de la UAN, “los monocultivos de palma, café, algodón, soya y caña de azúcar son los que más están causando efectos negativos sobre el ambiente, generando erosión de los suelos, contaminación de las aguas, agotamiento de las fuentes hídricas y pérdida de la biodiversidad”, afirma.
De acuerdo con Goyes, por lo menos el 70% de los monocultivos que se realizan en el país están relacionados con productos que no hacen parte de la canasta familiar.
Prueba de esto -señala el experto-, “es que Colombia importa el 28,5% de los alimentos que consume la gente para suplir sus necesidades básicas, algo así como 10,3 millones de toneladas de alimentos”.
Según cifras de la Sociedad de Agricultores de Colombia – SAC, el país asume costos anuales de aproximadamente US$6 mil millones para traer productos básicos y procesados que llegan a los comedores de las familias. Productos como carne, pescado, lácteos, quesos, legumbres y hortalizas, y otros 300 que arriban de Estados Unidos, Chile, México y 20 países más.
Tráfico de fauna
Según las autoridades internacionales, este delito está generando unos US$25.000 millones cada año en el mundo que queda en manos de redes transnacionales.
Solo en 2014, la WWF evidenció la reducción del 52% de más de 10.000 especies de animales en los últimos 40 años como consecuencia de esta práctica criminal. Entre los tipos de animales más afectados por esta problemática sobresalen los anfibios, los arácnidos (arañas), coleópteros (insectos de más 375.000 especies), reptiles, mamíferos y aves.
De acuerdo con el informe, este tráfico produjo ganancias, entre 2013 y 2015, por más de 22 billones de dólares al año, lo que lo ubica al mismo nivel del tráfico de armas, drogas y de personas.
En Colombia, en los últimos años, de acuerdo con las cifras oficiales de la policía y luego de los resultados arrojados en capturas hechas en diferentes operativos en contra de esta modalidad criminal, en 2014 se recuperaron 87 animales silvestres en promedio por día y 195 en 2015. La cifra global de aprehensión de animales en un mes puede llegar hasta las 1.200 especies.
Una de las especies que más atrae a los traficantes es la rana dorada, considerado el vertebrado más mortífero del mundo. Su veneno, sacado de la piel, está siendo usado en Europa para el tratamiento del cáncer. Con él se les alivian a los pacientes terminales los fuertes dolores. Un solo gramo de este veneno puede llegar a costar en el mercado negro europeo hasta 4 millones de pesos.
Otras especies como las aves exóticas son sacadas hacia Norteamérica. Los tigrillos y otros animales como tortugas, serpientes, el mico tití gris y el ‘cabeciblanco’ y los osos son vendidos en países europeos.
Deforestación
Según el informe, que consultó datos recientes del Ideam, este fenómeno en Colombia aumentó un 44% en los últimos dos años, pasando de 124.035 hectáreas en 2015 a 178.597 en 2016.
Las principales causas de esta actividad se deben al acaparamiento de tierras (45%), cultivos ilícitos (22%), infraestructura (10%), incendios forestales (8%), ganadería extensiva (8%) y minería (7%).
Caquetá, Chocó, Meta, Antioquia, Norte de Santander, Guaviare y Putumayo son los departamentos más afectados por esta problemática ambiental.
Por regiones, la Amazonia cuenta con la superficie más deforestada del país con 70.074 hectáreas (ha) en 2016; le sigue, la Región Andina, con 45.606 ha; Pacífico, 29.009; Caribe, 24.509; y Orinoquia, 9.398 hectáreas.
Minería ilegal
El informe revela que al menos seis billones de pesos es lo que dejan de recibir las regiones del país en regalías cada año como consecuencia de esta actividad ilícita.
Documentos consultados de la Contraloría General de Nación evidencian un estimado en pérdidas para el Estado por más de 2.000 millones de dólares cada año, es decir, unos 5,5 millones de dólares cada día por culpa de este negocio.
Tan solo en el Chocó, según un reciente informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito, la presencia de dragas creció entre 2012 y 2013 en 184%. Y ese departamento, junto con Antioquia, tiene el 79% de las 78.939 hectáreas arrasadas por la minería ilegal en los últimos años.
Nechí, Antioquia, es el municipio que más minería ilegal tiene, con 8% del área afectada a nivel nacional. Allí el daño ambiental puede ser irrecuperable.
Los controles de las autoridades no se han hecho esperar. En el primer semestre del año se realizaron 304 operaciones donde se destruyeron más de 300 retroexcavadoras, se capturaron más de 1.000 personas y se intervinieron un número similar de minas.
Las zonas en las que actualmente se concentran los operativos están en el sur de Bolívar, Antioquía, Chocho y Nariño.
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