TLC entre la UE y EU despierta fuertes reservas | El Nuevo Siglo
Miércoles, 26 de Marzo de 2014

El acuerdo de libre comercio transatlántico que negocian la Unión Europea y Estados Unidos, inscrito en la agenda de la cumbre UE-EEUU, despierta fuertes reservas, en particular de parte de los eurodiputados que denuncian su opacidad y temen que debilite las normas sanitarias, medioambientales y sociales europeas.

 

El presidente estadounidense Barack Obama rechazó estas críticas al cierre de la cumbre en Bruselas y aseguró que el acuerdo no debilitará las normas en materia de protección de los consumidores y medioambientales.

"Luché durante toda mi carrera política, así como presidente, para reforzar la protección de los consumidores. No tengo intención de firmar un acuerdo que la debilitaría", dijo.

Además, dijo, "lucho por reforzar la protección del medioambiente en Estados Unidos, y no tengo ningún interés en firmar un acuerdo que debilitaría las normas medioambientales", insistió.

 

Pero las críticas contra el acuerdo y la opacidad que rodea las negociaciones van en aumento, como por ejemplo en Alemania, en donde las revelaciones del ex consultor de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, Edward Snowden, sobre el espionaje estadounidense en Europa provocaron estupor.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, insiste en los beneficios que daría este proyecto que apunta a eliminar las barreras comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos, y reducir los obstáculos a los intercambios de bienes y servicios.

La UE espera concluir las negociaciones el año próximo, antes de que termine el segundo mandato del presidente Obama.

 

Con el acuerdo firmado y en funcionamiento, la economía europea podría tener una expansión de 120.000 millones de euros por año y la estadounidense de 95.000 millones, asegura la Comisión.

Pero numerosos eurodiputados dudan de este escenario, en particular debido a que los aranceles entre la UE y Estados Unidos ya son muy bajos en muchos sectores.

Los eurodiputados ecologistas se congregaron el miércoles por la mañana delante de la sede del Parlamento europeo en Bruselas para denunciar un acuerdo que podría, según ellos, "sacrificar los logros esenciales de los ciudadanos europeos en favor del libre comercio".

"Este acuerdo, negociado en secreto, puede debilitar nuestros derechos sociales, políticos y medioambientales", estimó la candidata de los Verdes a la presidencia de la Comisión Europea, la alemana Ska Keller.

La creación de tribunales arbitrales -jurisdicciones de derecho privado- que deberán dirimir las diferencias entre los Estados y las multinacionales, prevista en el acuerdo en negociación, es particularmente controvertida.

La secretaria de Estado del ministerio de Economía alemán, Brigitte Zypries, denuncia este proyecto estimando que "los inversores estadounidenses en la Unión Europea benefician de protecciones jurídicas suficientes en los tribunales nacionales".

Con este sistema, una empresa puede en efecto poner en duda la decisión de una administración local, de un Estado o de la Unión Europea si considera que esta decisión perjudica sus intereses comerciales, y reclamar indemnización.

"Es este mecanismo que permite a Chevron atacar a Ecuador para escapar a sus obligaciones de descontaminación del agua y de tierras alrededor de los sitios petrolíferos, cuando la población local había logrado obtener esa limpieza ante las jurisdicciones nacionales", denunció el eurodiputado verde Yannick Jadot.

"Si el TLC entra en vigor, los fabricantes estadounidenses de biberones podrían exigir a Francia que retire la prohibición del bisfenol A, y reclamar compensaciones financieras", según él.

Francia también es hostil a este mecanismo ya que "afectaría el derecho de los Estados y la UE a regular" las actividades, estimó la ministra de Comercio Exterior francés, Nicole Bricq.

"Aconsejo a todo el mundo que espere para ver los que se está negociando antes hacer especulaciones, sean cuales fueran", dijo este miércoles Obama. Las sospechas en este tema "carecen a veces de fundamento y reflejan a veces modelos obsoletos de acuerdos comerciales", agregó.