Después de acostumbrarse a ver una selección que no seducía y a llamar “burro” al entrenador, finalmente Brasil volvió a su esencia, el juego bonito, ese de toque, gambeta, picardía y goles, todo gracias a Tite.

Al mando de este hombre, la canarinha logró 9 victorias en línea, con 26 goles a favor y dos en contra hasta que el martes pasado Colombia terminó con esa racha.

Pero ¿quién es ese hombre que le ha devuelto la esperanza a los brasileños de luchar por una nueva Copa del Mundo?

Tite se inició como jugador pero las cosas no salieron como él esperaba, por lo cual tuvo que retirarse joven de su carrera como futbolista, a los 28 años, debido a una serie de lesiones en la rodilla, entre las cuales destacan la fractura de un ligamento cruzado anterior y la pérdida de movilidad de una de sus piernas.

Como jugador enamoraba a la hinchada por su técnica en el medio campo, por su potencia y en especial por su inteligencia a la hora de manejar el balón. El actual técnico de Brasil finalizó su trayectoria como futbolista  en Guaraní de Paraguay en 1989.

La historia de su nuevo proyecto como entrenador sería muy diferente. Llegaría a ser considerado como uno de los técnicos más respetados a nivel suramericano. En 1991 hizo su debut oficial con el Gremio Atlético Guaraní del Brasileirao. Luego de varios años de transitar por algunos equipos de la  Primera y Segunda División lograría un paso clave un su carrera llegando al mítico Gremio de Porto Alegre en 2001.

La nómina de ese conjunto presentaba como sus figuras a Ronaldinho y a Vagner, quienes con su magia  enloquecieron a los fans del equipo de Porto Alegre y dejaron en las vitrinas del Estadio Arena el Campeonato Gaucho de 2001, y la Copa de Brasil.

Un tiempo más tarde, en 2009, ganaría su segundo campeonato Gaucho esta vez  con el Internacional de Porto Alegre, en donde contó con Taison y Andrés D’Alessandro,   argentino que es para los hinchas del Inter ídolo. Este equipo es recordado por su calidad a la hora de controlar la pelota y por la garra que implementaba cuando se enfrentaba a un plantel importante.

Sus dos Campeonatos Paulistas no serían su culmen. El mayor éxito de Tite lo vivió con el Corinthians cuando le arrebató el Mundial de Clubes al Chelsea de Rafa Benítez tras un gol del peruano Paolo Guerrero. Además del título Intercontinental en su paso por el club ganó dos Campeonatos Paulistas y una Copa de Brasil.

Pero antes de ello conquistó la Copa Libertadores invicto, con una impresionante campaña, tras derrotar a Boca Juniors 2-0 en la final.

Ese Corinthians tenía un elemento en común con la actual Selección de Brasil, y es que  en ese momento Paulinho era la figura de su plantel, hoy en día es una de las piezas clave de su estructura del medio campo.

El estilo de juego

Ahora, en relación al esquema de Tite, este se caracteriza por ser una base que no parte de una amplia tenencia de balón. Tanto en el Corinthians como en la Selección, organiza un plantel solidario que sepa jugar sin la pelota y ganar espacios desde el posicionamiento en la cancha. Por ejemplo el primer tiempo del partido por la eliminatoria, Colombia tuvo mayor número de opciones de gol que Brasil, pero la canarinha fue la encargada de abrir el marcador.

En consecuencia, al no tener el balón los 90 minutos del encuentro, la delantera del equipo debe estar conformada por un 9 que sea efectivo, que de tres opciones de gol que le brinde el creador  concrete dos.

La selección de Brasil muestra un ataque veloz y agresivo, que puede definir un partido partiendo de un contraataque o un pase a profundidad. ¿Por qué logra esto?, porque los carrileros son rápidos y no juegan en especial para Neymar. Willian y Firmino son hábiles para generar espacios, pues saben de antemano que la marca del equipo rival estará centrada en contener al jugador del Paris Saint Germain y puede que ellos  tengan mayor campo de acción.

No es arte de magia que los delanteros sean escurridizos y difíciles de marcar para los rivales, la zona medular del equipo es la que mantiene la línea de contención y limita a sus adversarios. Con respecto al medio campo, suele organizar una base de 3 en la cual el recuperador debe ser agresivo, fuerte y efectivo en los cierres, para que los del fondo reciban pocos goles a lo largo de la competición.

El Corinthians resaltaba por ser un conjunto muy cerrado, organizado y esquemático que le transmita la mayor seguridad posible a su guardameta. Con Brasil ha recibido tan solo tres goles, uno de Uruguay y el más reciente de Colombia. La contención de Brasil está formada por Fernandinho, Paulinho y Casemiro, tres volantes que conocen la manera de ayudar a su equipo en la recuperación para que así la defensa no quede expuesta.

Por ultimo pero no menos importante, la línea del fondo es una de las herramientas más estratégicas para Tite, pues  el objetivo de mantener un equilibrio parte de la idea de que unos buenos delanteros ganan partidos, pero una buena defensa gana títulos. El hecho de tener una última línea sólida que sepa cómo movilizarse en caso de estar en aprietos le ha dado a lo largo de su carrera la obtención de uno de los torneos más competitivos en América como lo es el Campeonato Paulista en más de una ocasión.  Con Brasil solo recibió dos goles desde que tomó el mando del plantel, demostrando que lo que le faltaba a ese equipo para recuperar su gallardía a nivel internacional era orden y paciencia a la hora de manejar el juego.

En conclusión, parece que Brasil volvió a ser el equipo al que nadie quería enfrentar por su estilo, por su magia. Con Tite la canarinha retornó al podio, sin  dejar atrás el jogo bonito que enamoró al mundo del fútbol cuando levantaron su última Copa.