Luego de los chequeos médicos realizados al sargento Luis Albero Erazo, él narró detalles de su huída.

 

Señaló que inicialmente los guerrilleros les habían dicho que no iban a salir de marcha y luego cambiaron y les dijeron que debían estar en alistamiento de primer grado.

 

“Alisté los ‘checheres’ a las 9:15 del sábado, yo estaba doblando una toalla y escuché un disparo a 30 metros y se viene la granizada de disparos y luego vienen los disparos en la cara y en el cuello. Lo único que se me ocurrió es irme al monte y se me pegaron dos guerrilleros y luego los perdí”, relató Erazo.

 

Explicó que el Ejército no llegó al lugar, sino que fue el guardia de la guerrilla quién disparó a los secuestrados.

 

“Son unos mentirosos, en días anteriores el comandante Arturo nos dijo que ante disparos no debíamos correr hacia afuera sino hacia adentro, para que ellos nos protegieran”, dijo Erazo.

 

Indicó que a la hora de los disparos “se me olvidó la consigna y yo corro y mis compañeros sí lo hacen hacia adentro… eso fue lo que a mí se me olvidó y mis compañeros se fueron hacia allá y los asesinaron”.

 

Dijo que fue tan despiadada la forma como fueron asesinados, que el capitán Duarte venía enfermo de un pie y no podía caminar.

El uniformado cuenta que aproximadamente 42 guerrilleros se encontraban en el lugar.

 

"A dos o tres metros, estaban tres guardias. Luego una escuadra de reacción, más los comandantes... Llevábamos apenas un día en ese campamento. Llegamos el día anterior a las 2 de la tarde y como a las 6 nos encadenaron".

 

Reveló que siempre estuvieron al sur de Caquetá y hacia el oriente del río y que los guerrilleros se dieron cuenta que la Fuerza Pública hacia frecuentes patrullajes y por esto tomaron la remesa y la orden era caminar hacia el sur buscando el río Caquetá.

 

El sargento Erazo dijo que los guerrilleros no conocen la selva, pero que se sirven de la tecnología y se guían por elementos como el GPS y la brújula y llegan a cualquier sitio que quieran.

 

“A nosotros nos trataron con amabilidad nos decían que no nos iba a pasar nada, para ellos hacer de las suyas”, afirmó.

 

El uniformado dijo que tras estar escondido, salió y caminó media hora. Dijo que al llegar al río escuchó ruidos extraños y miró, porque en el selva cualquiera puede ser guerrillero o del Ejército, y cuando vio que unos uniformados trabajaban, acudió a ellos.

 

“Mi cara y mi cuello estaban llenos de sangre, me los protegí, pues en el monte cualquier herida llegan los moscos”, relató.

 

Sostuvo que en sus caminatas siempre pensó en la forma de camuflarse y esconderse en caso de poder escapar, pero que no puede decir cómo fue por sus compañeros que aún se encuentran secuestrados.

 

En relación con la muerte de Cano, dijo que los guerrilleros la recibieron como un acto de guerra e incluso manifestaron que “uno se va y otro llega” y que ante los comandantes guerrilleros no tuvo trascendencia el hecho.

 

Sobre la guerrillera capturada, comentó al parecer es de la guardia que estaba en la periferia del campamento y “muy seguramente ella estuvo donde se presentó el combate”.

 

Aseguró que no ha escuchado nada de alias ‘Timochenko’, nuevo jefe de las Farc, y concluyó advirtiendo que la Fuerza Pública llega hasta el infierno.

 

Con una pancarta que decía 'Bienvenido a la libertad', el Presidente Juan Manuel Santos saludó al sargento Erazo.

 

El sargento bajó de la avioneta con el uniforme de la Policía y con su mejilla izquierda cubierta por una herida que sufrió. 

 

El Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, aseguró que Erazo tenía heridas en el rostro y en otras partes del cuerpo, luego de que tres guerrilleros intentaran perseguirlo en su huída y le lanzaran granadas para detenerlo.

 

El presidente Santos fue a visitarlo al Hospital de la Policía. A su salida del centro médico Santos aseguró que "la Fuerza Pública está adolorida con lo que sucedió pero tiene la determinación de seguir prosperando". 

 

Santos explicó que el sargento logró salvar su vida al correr y esconderse en un tronco. También dijo que "el sargento tiene gran sentimiento de agradecimiento con la Fuerza Pública por salvar su vida". 

 

El Presidente aseguró que Erazo ya está en compañía de su familia y de su nieto, Jefferson, que nació cuando estaba en cautiverio.

 

"Es un momento de sentimientos contradictorios. Hay mucha alegría por el regreso a la libertad del sargento Erazo pero mucho dolor por el asesinato de los otros secuestrados", dijo, y reiteró el llamado a la comunidad internacional y al país para que repudien las acciones crueles de las Farc". "El terrorismo es sevicia, debilidad, cobardía", agregó.