Los centros de pensamiento son los encargados de producir el nuevo conocimiento, principalmente, en las universidades. En la última década, las Instituciones de Educación Superior (IES) colombianas empezaron a institucionalizar este recurso académico para facilitar su acreditación internacional. A pesar del esfuerzo, aún son muy pocos los centros que existen en Colombia si se compara a nivel mundial.
La expresión en inglés think tanks se traduce como ‘tanque de ideas’ y la revista The Economist los define como “centros de pensamiento particular como organizaciones de investigación, análisis y profundidad intelectual capaz de influenciar la implementación de políticas públicas", productoras de materiales académicos.
El origen de los centros de pensamiento data de la Segunda Guerra Mundial y hacen referencia a un recinto cerrado donde militares y científicos discutían los asuntos estratégicos de la batalla. Luego las grandes universidades americanas adoptaron el término para hacer referencia a los laboratorios de ideas donde se reflexionan temas de interés público.
En Colombia, estos centros donde se produce nuevo conocimiento empezaron a tomar forma en las universidades a finales de los 90, como lo afirmó a
Ronald Rodríguez, integrante del CEPI (Centro de Estudios Políticos e Internacionales) de la Universidad del Rosario, “producimos conocimiento vívido desde 1998, reflexionando y explicando elementos básicos que afectan la sociedad”.
Según cifras del Programa de Sociedades Civiles y Centros de Investigación (TTCSP, por sus siglas en inglés) de 1990 a 1999 se crearon en el mundo 1.492 centros de pensamiento con un promedio de 142,2 por año. En Colombia, en ese mismo periodo de tiempo, tan solo se fundaron 12 centros, según cifras del mismo organismo.
En el último informe de la Universidad de Pensilvania (Global go to Think Tanks and Policy Advice), que mide la cantidad y la calidad de los centros de pensamiento a nivel mundial, participaron más de 1.950 ayudantes entre expertos, políticos , investigadores, directores de think tanks y estudiantes de más 120 países, donde se detectó que en el país no alcanza a tener 50 centros de pensamiento a la fecha.
El estudio arrojó un resultado de 6.603 centros de pensamiento en el mundo y Colombia aporta el 0,06%, que equivale a 40 centros. Con esos números el país ocupa el puesto 27 a nivel mundial, muy lejos de Estados Unidos con 1.823 centros, líder a nivel mundial, o de los 429 que están en China, segundo escalafón mundial.
La importancia de los centros de investigación radica en el beneficio que obtienen por la creación de teorías que permiten escalar puestos en el ranking de las mejores universidades a nivel mundial y vender sus nuevos conocimientos a organizaciones que estén interesadas en los avances realizados. La encargada de esta calificación es la compañía Quacquarelli Symonds, que califica a las instituciones universitarias por la cantidad de nuevo conocimiento producido en sus centros de investigación. “El beneficio directo que reciben las universidades por la creación de think tanks es el valor que tienen las publicaciones académicas en revistas indexadas”, explicó Fabio Novoa, director del centro de emprendimiento del INALDE, de la Universidad de la Sábana, añadiendo que “a pesar de los avances en los últimos 20 años aún estamos lejos de estar entre los mejores del mundo”.
A nivel latinoamericano, Colombia ocupa el sexto puesto superando apenas a países como Belice o Ecuador, guardando distancia de los 137 centros de pensamiento que tiene Argentina o los 82 que se encuentran en Brasil. "El tener pocos centros de investigación universitaria radica en que muchos de ellos carecen transversalidad. Y esto se demuestra con el vacío académico colombiano que se respira con muchos temas, en parte por falta de la financiación adecuada”, afirmó Alejo Vargas, director del Centro de pensamiento y Seguimiento a la Paz, de la Universidad Nacional de Colombia.
Dentro del ranking de los mejores 150 centros de investigación en el mundo, solo aparece en el puesto 149 el Instituto de Ciencia Política. También figuran en la categoría de políticas económicas internacionales la Fundación de Educación Superior y Desarrollo (FEDESARROLLO) en el puesto 56 entre 80 institutos evaluados. Ninguna de ellas pertenecen a una IES.
El hecho que países como Chile, que aporta más de diez universidades a los rankings o el mismo Brasil con ocho universidades, muestran la deficiencia en la calidad de los centros de educación de Colombia frente a América Latina.
Los centros académicos en Colombia se financian gracias al presupuesto de cada universidad, al aporte de particulares y el desembolso que les ofrece el Estado. Estos centros tienen como objetivo aumentar la calidad de su educación por medio de investigación en temas sociales. Para Gloria Vargas, coordinadora administrativa de Investigaciones en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, “estos centros buscan beneficios para el centro de pensamiento y para la universidad generando fuente de ingresos para ambas partes”.
Problema
Los investigadores consultados afirmaron que las universidades están en deuda con la creación de más centros de pensamiento y que los recursos otorgados son sumamente escasos y presentan demoras a la hora de ser desembolsados.
La baja cantidad de los centros de pensamiento en el país se puede atribuir por un lado “a que varios de los que ya existen solo se dedican a temas específicos y no trasversales”, afirmó Vargas. Y por otro lado, a “la falta de recursos por parte de las universidades o del mismo gobierno que demora en entregar la inversión para los proyectos aprobados”, afirmó Lucía Atehortúa, directora investigativa de la Universidad de Antioquia.
“Los fondos para la investigación son escasos. Ni el gobierno ni la universidad aportan el dinero suficiente. En caso de ser aprobado el proyecto, patrocinan un tercio del dinero requerido, por lo que no es motivante presentar un plan de investigación”, aseguró un investigador de la Universidad de la Sábana. Además, “las investigaciones en Colombia son a corto plazo”, concluyó la misma investigadora.
Según el Observatorio Político Dominicano, Colombia es el sexto país en Latinoamérica que menos invierte en la búsqueda de nuevo conocimiento. “El apoyo que se le ha dado en Colombia a la investigación es marginal y no ha sido sostenido como política a largo plazo. Sin que estas cosas cambien el desarrollo estará limitado al corto plazo”, concluyó Carl Langebaek, vicerrector de investigaciones en la Universidad de los Andes.
Para Doris Rodríguez, directora académica de investigación de la Universidad Sergio Arboleda, “a pesar de que nuestra universidad destina el 20% de sus ingresos a las líneas investigativas, no es suficiente para alcanzar la calidad necesaria”. Esta inversión genera problemas para el continuo desarrollo de los proyectos para mantener la nómina. “Los centros académicos deben tener presupuesto para mantener magisters en sus filas y muchos de ellos no tienen el dinero para sostenerse con docentes sin mucha especialidad”, aseguró Rodríguez.
En el caso de las universidades públicas, la Universidad Nacional destina un rubro bastante mínimo acorde a las necesidades de investigación de la institución. Para el periodo 2013-2015 la ministra María Fernando Campo aprobó 329.232 millones de pesos. “La cifra es insuficiente para los centros de pensamiento de la universidad. El presupuesto dado a las universidades públicas no refleja sus necesidades”, señaló según la agencia de noticias Unimedios, Ignacio Mantilla, rector de la Universidad Nacional.
La investigación en las universidades en Colombia, comparten el mismo síntoma de la limitación presupuestal sin discriminar si provienen de capitales privados o del erario público. “Las universidades públicas o privadas que realmente hacen esfuerzos en investigación están apostándole al desarrollo del país, muchas veces con ingentes inversiones provenientes de recursos propios”, afirmó Langebaek.
Solución
Consientes que recibir más recursos en estas épocas no es un opción, los voceros de las universidades de la Sabana, los Andes y la Sergio Arboleda concuerdan que la primera solución no es inyectar más recursos para que los investigadores lo manejen.
Para Rodríguez es indispensable que aparezca la gerencia en los centros académicos permitiendo que “los centros de investigación se conviertan en empresas que generen dividendos al estilo europeo. Así garantizaremos sostener una plantilla con recursos de talento humano altamente calificada”.
A pesar de que las entidades privadas pueden patrocinar las investigaciones teniendo beneficios tributarios, en Colombia no hay tradición para apoyar el nuevo conocimiento. Langebaek afirmó que "cada vez es más necesaria la unión entre universidades y el sector privado generando alianzas pues la investigación cuesta cada vez más con el fin de administrar mejor los recursos”.
Siguiendo el ejemplo de España o Alemania, donde la investigación es autosustentable gracias al patrocinio casi en su totalidad de las investigaciones por parte de los gobiernos y la empresa privada el país debe seguir la misma línea. Según Novoa, “los centros académicos deberían tener un gerente de producción capas de analizar las ventas y las compras para optimizar sus ingresos y ser autosostenibles”.
Algunos centros de pensamiento
Bogotá
Universidad de los Andes. Destacados: Centro de Estudios Estadounidenses (CEE) , Congreso Visible, Con Paz y Centro de Construcción de Paz.
Universidad del Rosario. Destacados: Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (CEPEC) , Centro de Estudios Políticos. Internacionales (CEPI), Centro de Estudios Urbanos (CEUS).
Universidad Nacional.Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz
Universidad del Externado. Centro de Pensamiento Estratégico y Prospectiva.
Universidad Javeriana. Centro Ático, Centro de estudios de derecho internacional y derecho global, Centro de estudios de Estado, conflictos y paz.
Medellín
EAFIT. Centro de Pensamiento Estratégico, Centro de Análisis Político, Centro de Estudios Urbanos y Ambientales, Centro de Estudios Asia y Pacífico.
Universidad Pontificia Bolivariana. Centro de Pensamiento Social, Centro de Pensamiento Crítico.
Barranquilla
Universidad del Atlántico. Centro de Estudio e Investigación Literaria del Caribe.
Centros partidistas
Los partidos políticos tienen sus propios centros de pensamiento. Los centros universitarios y de las colectividades, en palabras de Alejo Vargas, “cumplen funciones distintas y parecidas al mismo tiempo. Las comunes son que se preocupan de problemáticas nacional o globales, pero la diferencia radica en que en los centros de pensamiento universitario se respetan la pluralidad de pensamiento y la independencia de opiniones. Mientras que los centros pertenecientes a las colectividades están más ligados al pensamiento del grupo político”.
Partido Conservador. Academia de Pensamiento Conservador.
Partido Liberal. Instituto de Pensamiento Liberal.
Mira. Centro de Pensamiento Axioma.
Partido Verde. Centro de Pensamiento Verde.