Terrorismo y pobreza: retos del gobierno PRI | El Nuevo Siglo
Martes, 3 de Julio de 2012

La violencia en México desatada por la guerra contra el narcotráfico y el aumento de la pobreza serán los principales desafíos que enfrentará el PRI a su regreso al poder con Enrique Peña Nieto, que proclamó su victoria ayer mientras el oficialista PAN admitió su “mayúscula derrota” (Ver nota anexa)

"El reto más importante es reconstituir las condiciones de paz social en las zonas más afectadas por la violencia en México", afirmó Javier Oliva, investigador experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), haciendo referencia al muy posiblemente futuro gobierno de Peña Nieto.

El candidato del Partido de la Revolución Institucional (PRI) se proclamó ganador de la elección presidencial del domingo, luego de que el Instituto Federal Electoral informó que obtuvo al menos 37,93% de los votos, según un conteo preliminar.

La reconstrucción de la paz "no puede tardar mucho, hay analistas que plantean que puede ser un proyecto de uno o dos años, pero creo que no puede ser ni siquiera un año", añadió Oliva.

 

México vive una ola de violencia que ha dejado más de 50.000 muertos desde que el gobierno del presidente Felipe Calderón lanzó en diciembre de 2006 una ofensiva contra los cárteles de la droga con el ejército.

 

Para Nicolás Lazo, experto de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), el actual gobierno, del conservador Acción Nacional (PAN), "causó una enorme mella a la estrategia de combate al crimen organizado".

"En este momento lo que está en la memoria pública son los más de 50.000 muertos que ha dejado esa estrategia. El principal reto que tiene el nuevo presidente tiene que ver en cómo asume el combate al narcotráfico. Si va a redefinir, sólo modificar la estrategia antidrogas o hacer un cambio radical", subrayó.

 

Peña Nieto, tras el resultado del IFE que le otorga la victoria según una muestra representativa de mesas de votación, anunció de inmediato que "frente al crimen organizado no habrá ni pacto ni tregua".

 

En un primer mensaje en la sede de su partido agregó que "la lucha contra el crimen va a seguir con una nueva estrategia para reducir la violencia y proteger ante todo la vida de los mexicanos".

Sin embargo, algunos analistas coinciden con las acusaciones que hacen los rivales del PRI de que puede caer en la tentación de negociar con el crimen organizado.

 

"Tiene ahí un problema muy grave y una mirada muy atenta de todo el mundo" por las acusaciones de que en el pasado el PRI negoció con el narcotráfico, consideró Carlos Gallego, profesor del posgrados de Análisis de Coyuntura de la UNAM.

Este analista cree que seguir la línea marcada por el general colombiano Oscar Naranjo, a quien Peña Nieto anunció como asesor en seguridad si ganaba la elección, "con el historial represivo de falsos positivos que tiene, va a ser tensar mucho más las cosas".

"Lo que van a buscar son negociaciones locales con el narcotráfico y tranquilizar las cosas", adelantó.

De la misma opinión es Howard Campbell, experto en México y en combate al narcotráfico de la Universidad de Texas, en El Paso (sur de EEUU, fronteriza con México).

"Realmente pienso que el PRI es bueno en encontrar formas de resolver los problemas por fuera de los canales políticos. Es mucho más capaz de resolver este tipo de problemas intratables" negociando con los cárteles de la droga, sostuvo.

No obstante, matizó que esta negociación excluye a Los Zetas, el sanguinario cártel formado por militares desertores que domina buena parte del este del país: "Los Zetas son intratables. Tienen que ser derrotados".

 

El otro gran problema que deberá de abordar el nuevo gobierno es el de la pobreza.

Lazo opinó que el nuevo Ejecutivo "debe profundizar" las políticas contra la pobreza "porque es un punto crucial".

De acuerdo a las cifras oficiales, la mitad de los 112 millones de mexicanos vive en la pobreza, pero Gallego incrementa ese porcentaje al 70%, en base a un estudio de Julio Boltvinik, experto del Colegio de México.

Por ello, Peña Nieto "tendrá que sentarse a negociar con todos una reforma fiscal que requiere" y esclarecer si va a ceder a empresas privadas parcelas de operación de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que aporta 30% del presupuesto del gobierno.

"¿Cómo va a sustituir lo que Pemex aporta al presupuesto federal? Es un problema muy serio sobre todo por las condiciones de la economía, en una situación que no es precisamente la más fácil para la economía del mundo", planteó.

 

A las reformas estructurales relativas a Pemex, Lazo añadió las relativas a los monopolios estatales privados, como los de las dos grandes televisoras que controlan el mercado audiovisual del país, Televisa y TV Azteca./AFP