Terrorismo contra diplomáticos iraníes es defendido | El Nuevo Siglo
Miércoles, 3 de Diciembre de 2014

Al Qaida reivindicó un atentado con coche bomba en Saná, la capital de Yemen, contra la residencia del embajador de Irán, acusado de apoyar a las milicias chiitas que intentan extender su influencia en el país tras haber tomado la capital.

Una persona murió y otras 17 resultaron heridas en la explosión, que tuvo lugar cuando el embajador de Irán, Hasan Sayed Nam, no estaba en su residencia del barrio diplomático de Saná, indicaron a la AFP fuentes de los servicios de seguridad.

El grupo Ansar al Charia, una rama de Al Qaida en la Península Arábiga (Aqpa), reivindicó el ataque unas horas más tarde, el segundo ataque este año contra intereses iraníes en Yemen.

El pasado 18 de enero el diplomático Ali Asghar Asadi murió por disparos cuando salía de su residencia.

Otro diplomático iraní, Nur-Ahmad Nikbakht, secuestrado en julio en Saná, sigue en manos de sus secuestradores, que según fuentes tribales son miembros de Al Qaida.

Aunque se desconoce la identidad del hombre que murió el miércoles, un responsable de los servicios de seguridad dijo que era un vigilante de la residencia, mientras que un portavoz del ministerio del Interior, citado por la agencia oficial Saba, aseguró que se trata del hijo del vigilante.

La violencia se ha acentuado en Yemen desde que en septiembre fuera tomada la capital por la milicia chiita Ansarualá, acusada de contar con el apoyo de Irán.

La red sunita Al Qaida también está activa en el país, donde ha jurado librar un combate sin cuartel contra los milicianos chiitas de Ansarualá/AFP.