Termómetro por presidencia francesa en Día del Trabajo | El Nuevo Siglo
Lunes, 30 de Abril de 2012

La celebración del día de los trabajadores tendrá este año en Francia el cariz de una demostración de fuerzas políticas en la que se opondrán tres campos, a cinco días de la elección presidencial que disputarán el domingo el presidente y candidato de la derecha Nicolas Sarkozy y el socialista François Hollande.

Tras la polémica decisión del Nicolas Sarkozy de llamar a una manifestación de sus partidarios para celebrar el "verdadero trabajo" el 1 de mayo, denunciada como una "provocación" por la izquierda, tres manifestaciones tendrán lugar en París paralelamente.

La convocada por Sarkozy se agregará al tradicional desfile sindical, marcado a la izquierda, y al que desde hace años la extrema derecha, acusada ya de querer recuperar la fiesta del trabajo, organiza en la misma fecha en honor de Juana de Arco.

 

En el marco de los debates cada vez más ásperos de la campaña para la elección presidencial, el 1 de mayo adquiere una dimensión de enfrentamiento político pese a que los sindicatos quieren que el eje de sus desfiles sean las reivindicaciones sociales.

 

Sarkozy, que no ha escatimado durante la campaña sus ataques a los sindicatos, en particular a la central CGT, que llamó a votar contra él, reiteró sus críticas el lunes acusando a sus dirigentes de haber "traicionado la causa del sindicalismo".

 

Los dirigentes "de la CGT, que llaman a votar por un candidato (...) traicionan la causa del sindicalismo", dijo en declaraciones al canal France2.

 

"Hollande desfilará detrás de las banderas rojas de la CGT, yo hablaré ante un bosque de banderas tricolores", afirmó, pese a que su rival anunció que no participará en ningún desfile sindical.

 

Hollande asistirá el martes en Nevers (Borgoña) a una ceremonia en memoria del ex primer ministro Pierre Bérégovoy, que se suicidó el 1 de mayo de 1993.

 

"El 1 de mayo es la fiesta de los trabajadores", "no considero que los políticos tengan que intervenir en ella" y "lamento que Nicolas Sarkozy la utilice como instrumento de conflicto", dijo.

 

La manifestación sindical es convocada por las confederaciones CGT, DFDT, UNSA, Solidarios y FSU. Cerca de 300 desfiles están previstos en todo el país con las consigas de defensa del empleo, del poder adquisitivo y de lucha conta "la xenofobia y el racismo".

 

La CGT llamó la semana pasada a votar contra Nicolas Sarkozy, estimando que, dados "su balance y sus proyectos, su reelección abriría una nueva secuencia de graves retrocesos sociales".

 

En una entrevista publicada el lunes el diario Liberation, el líder de otra central sindical, la CFDT, François Chérèque, que no dio consigna de voto para la presidencial, estimó que el discurso de Sarkozy sobre el "verdadero trabajo" es "insoportable" y "fuente de inquietud para la democracia" francesa.

 

En la manifestación sindical, los dirigentes de los partidos de izquierda desfilarán al final del cortejo o permanecerán en los márgenes, como es habitual, pero sus militantes fueron llamados participar masivamente en él.

 

Jean-Luc Mélenchon, dirigente del Frente de Izquierda, exhortó a salir "todos a la calle". "Puesto que Sarkozy ha decidido buscar la castaña con los sindicatos, nos encontrará en su camino", dijo.

 

La socialista Ségolène Royal, candidata a la presidencial en 2007, afirmó el lunes que sería bueno que la manifestación de los sindicatos reuniera más gente que la de derecha, para que Sarkozy, "que desde que nació es la primera vez que sale a la calle" un 1 de mayo, "vea la fuerza de la fraternidad".

 

Por su parte, la primera secretaria del PS, Martine Aubry, había advertido tras el llamado a manifestar de Sarkozy, que "si hubiera el 1 de mayo violencias a causa de esta provocación" él "sería el responsable".

 

Desaventajado en los sondeos, Nicolas Sarkozy lanzó la inédita iniciativa de convocar una manifestación prácticamente a la misma hora que los sindicatos en otro lugar de París.

 

El discurso de campaña del presidente se derechiza cada vez más con el objetivo de atraer al electorado del Frente Nacional, cuya candidata Marine Le Pen, quedó tercera en la primera vuelta de la presidencial con cerca de 18% de los votos. Su afirmación sobre el "verdadero trabajo" desató una polémica y reacciones indignadas de los sindicatos.

 

"El 'verdadero trabajo' es palabra por palabra el texto del afiche del mariscal Petain en 1941", denunció Jean-Luc Mélenchon, aludiendo al dirigente del gobierno colaboracionista francés durante la ocupación alemana.

 

Ante la polémica, que alcanzó incluso su propio campo, Sarkozy se corrigió, reconociendo luego que "verdadero trabajo" no fue una expresión "afortunada" y que quiso decir "verdadera fiesta del trabajo".

 

En la tercera manifestación, la del Frente Nacional, Marine Le Pen anunciará, según dijo, su consigna de voto para la segunda vuelta, aunque todos los observadores estiman que la dirigente de la ultraderecha francesa, que se presenta como "la única oposición a la izquierda", no llamará a votar por ninguno de los dos candidatos.