Rusia y Estados Unidos se pusieron de acuerdo el martes en Moscú para incitar al régimen sirio y a los rebeldes a encontrar una solución política al conflicto, así como para proponer la organización "lo más rápidamente posible" de una conferencia internacional sobre Siria.
"Nos pusimos de acuerdo en que Rusia y Estados Unidos deben llamar al gobierno sirio y a los grupos de oposición a encontrar una solución política" al conflicto, declaró el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, tras entrevistarse en Moscú con su homólogo estadounidense John Kerry.
Rusia y Estados Unidos también acordaron intentar organizar "lo más rápidamente posible" una conferencia internacional sobre Siria, añadió Lavrov.
El acuerdo de Ginebra sobre Siria, firmado el 30 de junio pasado por las grandes potencias, definió la vía a seguir para instaurar un gobierno de transición, sin referirse a la suerte del presidente Bashar al Asad.
Ese acuerdo no ha sido aplicado jamás ya que el cese del fuego provisional previsto en el acuerdo tampoco ha sido cumplido.
"Pensamos que el comunicado de Ginebra es la vía a seguir para poner fin al derramamiento de sangre en Siria", declaró Kerry por su parte.
El jefe de la diplomacia estadounidense resaltó las discusiones "muy productivas, cálidas y amistosas" que sostuvo antes con el presidente ruso Vladimir Putin, "las cuales contribuyeron de manera significativa a nuestra capacidad para definir la vía que debemos seguir" en lo que respecta a Siria.
Lavrov reafirmó que la partida de Asad --reclamada por los occidentales-- no debe ser una condición previa para las negociaciones de paz, insistiendo al mismo tiempo en que Rusia no lo alentaba a permanecer en el poder.
John Kerry había instado este martes al presidente ruso, Vladimir Putin a buscar puntos de vista comunes sobre la situación en Siria, con el fin de poner fin al conflicto en ese país, en el primer día de su visita a Rusia.
"Estados Unidos piensa de verdad que compartimos intereses comunes sumamente significativos en Siria", dijo Kerry a Putin al iniciarse las conversaciones en el Kremlin, precisando que estos intereses comunes son "la estabilidad en la región, (o el hecho de) no dejar a los extremistas crear problemas en la región o en otra parte".
"Mi esperanza es que podamos investigar un poco a fondo las cosas y ver si logramos hallar puntos comunes", puntualizó.
En sus primeras declaraciones, Putin no abordó específicamente las divergencias de opiniones entre Moscú y Washington sobre Siria, pero indicó que el Kremlin prepara una respuesta a un mensaje sobre las relaciones bilaterales que le envió en abril el presidente Barack Obama.
"Pienso que es muy importante que nuestros principales ministerios e instituciones cooperen para encontrar soluciones a los problemas que están en el orden del día, que son los de más actualidad", declaró Putin.
"Estoy muy contento de verle, ya que nos da la posibilidad de discutir en persona de problemas que juzgamos difíciles", añadió.
Rusia acusa con frecuencia a Occidente de agravar el conflicto en Siria al buscar obtener la partida del presidente Bashar al Asad, y afirma que su único objetivo es lograr una solución pacífica al conflicto, que ha causado más de 70.000 muertos desde hace dos años.
Moscú es uno de los últimos apoyos del régimen de Damasco, al cual ha suministrado armas, mientras que Estados Unidos reflexiona en una solución para armar a los rebeldes sirios.
Además del tema de Siria, Kerry, quien llegó este martes a Moscú para su primer viaje a Rusia como jefe de la diplomacia estadounidense, intentará mejorar las relaciones bilaterales entre ambos países, que se deterioraron mucho desde el retorno de Putin al Kremlin hace un año.
El jefe de la diplomacia estadounidense tiene una agenda particularmente cargada durante esta visita, que concluirá el miércoles, durante la cual tratará sobre Irán, el terrorismo tras los atentados de Boston y el delicado asunto de los derechos humanos en Rusia.
Kerry debe reunirse el miércoles con representantes de la sociedad civil rusa. La oposición y las ONG han denunciado las restricciones a las libertades desde el retorno de Putin al Kremlin el 7 de mayo de 2012 para un tercer mandato.
AFP.