Millones de estadounidenses desafiaron al frío este miércoles para intentar ir a trabajar en el noreste de Estados Unidos, donde varias ciudades y aeropuertos continuaban afectados por los más de 30 cm de nieve que han caído en la zona.
El gobierno federal retomó sus actividades, aunque los fuertes vientos mantienen temperaturas muy por debajo de la media, con cientos de vuelos cancelados y carreteras todavía congeladas.
La nieve no fue tan abundante el miércoles, al contrario de lo sucedido la noche del martes, pero fuertes vientos y bajas temperaturas perpetuaban el sufrimiento de los habitantes de la zona, donde muchas escuelas y oficinas se mantuvieron cerradas.
En Nueva York, se prevé una máxima de -10 grados Celsius durante la jornada y ráfagas gélidas que provocarán una sensación térmica de -21 grados, según el Servicio Meteorológico Nacional.
En la metrópolis las escuelas abrieron y la mayoría de las líneas del tren subterráneo no presentaron problemas, pero el nuevo alcalde Bill de Blasio fue acusado por la prensa de demostrar una torpe actuación durante la segunda tormenta invernal de su administración, que lleva menos de cuatro semanas.
De hecho, estaba previsto que se movilizaran 1.700 quitanieves la noche del martes para limpiar las calles de la ciudad más grande de Estados Unidos, pero la nieve llegó antes de lo previsto y los ciudadanos se quejaron de que los equipos de mantenimiento demoraron en actuar, lo que provocó una serie de embotellamientos y accidentes.
"No puedo creer que de Blasio haya podido hacer esto, está poniendo a todo el mundo en peligro", declaró Barbara Tamerin (70) al diario local The New York Post. "¿En qué estaba pensando? Apenas puedo caminar por los alrededores, ¡Y tengo puestos mis zapatos para la nieve!".
Pero para otros, la nieve convirtió a Central Park en un parque de atracciones.
Tatia, una niñera, cuidaba de dos niños que aprovechaban para jugar con un trineo.
"Los voy a llevar hasta el tope de esa colina y los lanzo para abajo, y luego intentaremos hacer un muñeco de nieve", dijo a la AFP.
Un poco más al sur, en Washington, el gobierno federal reabrió sus puertas, luego de pedir a los empleados públicos que se quedaran en sus hogares el martes, un día después del feriado por Martin Luther King.
Sin embargo, las oficinas abrieron dos horas más tarde de lo habitual y algunos empleados están autorizados a trabajar desde sus casas o a pedir una licencia no prevista.
La mayoría de las escuelas de las ciudades de Maryland y Virginia y sus alrededores permanecían cerradas este miércoles.
El trayecto a los lugares de trabajo se vio complicado por la poca visibilidad en las carreteras.
En Filadelfia y Chicago la nieve alcanzó una altura de 40 cm y provocó la anulación de cientos de vuelos y retrasos en los trenes.
Los gobernadores de los estados de Delaware, Nueva Jersey y Nueva York declararon estados de emergencia.
Más de 1.500 vuelos, fuera y dentro de Estados Unidos, fueron cancelados este miércoles y cerca de 3.000 retrasados, indicó FlightAware, un sitio web que monitorea el tráfico aéreo.
Por su parte, el operador nacional Amtrak dijo que sus trenes seguirán una "agenda modificada" en su línea Northeast Corridor, entre Washington y Boston, así como en otras dos rutas de la región más afectada.
El noreste de Estados Unidos fue azotado por otra ola de frío polar hace dos semanas.