La tormenta tropical Lee, que alcanzó las costas de Luisiana, un Estado castigado hace seis años por el huracán Katrina, comenzó a provocar lluvias torrenciales en la zona, suscitando el miedo de inundaciones.
El gobernador Bobby Jindan declaró el estado de emergencia diciendo que estaba especialmente preocupado por los riesgos de inundaciones. Lee, que se formó en el Golfo de México, tocó tierra a 80 km al sudoeste de Lafayette con vientos de 75 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes.
Un boletín del NHC mostraba que Lee continuaba avanzando lentamente hacia el noreste, y debería efectuar un viraje este-noreste en la noche del día de hoy..
Según las previsiones del NHC, el nivel de las lluvias esperadas de aquí al final del largo fin de semana debería alcanzar de 25 a 37 cm en una zona que va desde la parte central de la costa del Golfo de México hasta Kentucky y Tennessee.
El servicio nacional de meteorología advirtió contra el riesgo de rápidas inundaciones, en particular sobre las rutas.
Ayer, los primeros efectos de la tormenta tropical se hicieron sentir en Luisiana, donde los vientos y las fuertes lluvias podrían poner a prueba los diques de Nueva Orleans, devastada en el verano de 2005 por el paso del huracán Katrina. El gobernador Jindan, al decretar el estado de emergencia, había llamado a los habitantes a "prepararse para lo peor".
El presidente estadounidense Barack Obama "vigila la situación" provocada por Lee, indicó por su parte a la prensa el portavoz Jay Carney.
Obama viajó a Nueva Jersey para constatar los daños causados por otro fenómeno meteorológico, el huracán Irene, que dejó 43 muertos la semana pasada en la costa Este.
"Todo el país está con ustedes", afirmó Obama a los habitantes de esta región, y prometió brindar "todos los recursos que sean necesarios a estas comunidades para reconstruirse".
AFP