El gigante español de las telecomunicaciones Telefónica ha llegado a un "acuerdo definitivo" para la venta del operador británico O2 a la compañía hongkonesa Hutchison Whampoa por 10.250 millones de libras esterlinas, aproximadamente 14.000 millones de euros, informó la entidad española.
"Telefónica informa que se ha alcanzado un acuerdo definitivo después de la finalización del correspondiente proceso de due diligence sobre O2 UK" para la venta de la misma a Hutchison Whampoa, afirmó Telefónica en un comunicado a las autoridades bursátiles españolas.
"Las partes han acordado un precio de compra (firm value) de 10.250 millones de libras esterlinas. El importe equivalente en euros asciende aproximadamente a 14.000 millones al tipo de cambio actual", añadió.
La compañía española ya había anunciado el pasado 23 de enero estar en negociaciones para esta venta con Hutchison Whampoa, que con la compra de O2 se puede convertir en el mayor grupo de telefonía en Gran Bretaña.
El pago de la operación se desarrollará en dos pasos, con un "pago inicial de 9.250 millones de libras esterlinas (aproximadamente 12.640 millones de euros) y un pago aplazado adicional de 1.000 millones de libras esterlinas (aproximadamente 1.360 millones de euros) que se concretará una vez que la compañía conjunta en el Reino Unido alcance una cifra acordada de cash flow acumulado", según la misma fuente.
Hutchison ya posee la red telefónica británica Three, por lo que, tras esta operación, pasaría a poseer la mayor compañía británica de telefonía móvil.
La compañía hongkonesa, controlada por el magnate Li Ka-Shing, también había comprado a Telefónica en junio de 2013 su filial irlandesa O2 Ireland para fusionarla con su propia filial en ese país.
O2, que afirma tener más de 23 millones de clientes, había supuesto en 2005 la mayor compra (cerrada en enero del 2006) en el extranjero de Telefónica, que invirtió 17.700 millones de libras esterlinas (cerca de 31.458 millones de dólares).
La intención de la compañía que preside César Alierta era en ese momento desarrollarse en Europa y reducir su dependencia de Sudamérica.
La venta de la compañía británica supone un "paso clave en la transformación estratégica" del grupo, con el objetivo de fomentar su "crecimiento sostenible a largo plazo", había afirmado Telefónica en enero pasado.
La compañía señaló este martes que "una parte sustancial de los fondos recibidos" se destinarán a reducir la deuda del gigante de las telecomunicaciones español, que a finales de 2014 ascendía a 45.000 millones de euros.
La venta, que supone la salida de Telefónica del Reino Unido, permitirá a la compañía española "centrarse en los países donde pueda alcanzar una estrategia de integración", señalaba en enero pasado el gabinete Renta4.