El aumento de las contrataciones sigue siendo insuficiente para reducir el alto índice de desempleo, que golpea al país norteamericano desde hace dos años.
El reporte sobre el empleo publicado este viernes por el Departamento de Trabajo indicó que la economía estadounidense generó 103.000 puestos de trabajo netos en septiembre, lo que representa un aumento de 81% con respecto a agosto.
Este resultado es mucho mejor que lo esperado por los analistas, que preveían en promedio de 60.000 contrataciones netas. Sin embargo, se encuentra lejos de las 150.000 nuevas contrataciones mensuales, el mínimo necesario para reducir la tasa de desempleo, que persiste desde julio en 9,1%.
Por otro lado, el ministerio revisó en fuerte alza sus cifras de contrataciones del mes de agosto, indicando que el saldo neto de ese mes fue de 57.000 empleos, tras haber estimado inicialmente que había sido nulo.
La primera estimación atizó los temores sobre el estado de la mayor economía mundial.
Sin embargo, las nuevas cifras no cambian radicalmente el panorama, pues el gobierno señaló que el ritmo de generación de empleo se desaceleró en más de 50% desde mayo con respecto a los siete meses precedentes, a 72.000 contrataciones mensuales promedio.
El reporte "podría contribuir a disipar los temores de un regreso a la recesión", estimó Harm Bandholz, economista del banco Unicredit, para quien "la situación del mercado laboral sigue siendo muy decepcionante".
Según varias investigaciones sobre coyuntura, los empresarios se quejan de la profunda incertidumbre sobre la evolución de la economía, lo que en teoría, frena las contrataciones.
Desde esa perspectiva, "el reporte sobre el empleo es alentador y sugiere que el mercado laboral resiste ante las numerosas amenazas que se perfilan", estimó Troy Davig, de Barclays capital, refiriéndose entre otras a la crisis de la deuda en Europa.
AFP