Aunque la máquina remalladora ha tenido fuertes críticas por la manera como se contrató, en el mes que lleva funcionando ha logrado tapar en una semana los huecos que logra el sistema tradicional en un mes.

En efecto, el rendimiento en tiempo y costos de las tres máquinas tapahuecos contratadas por la Unidad Administrativa Especial de Rehabilitación y Mantenimiento Vial (UMV) trabajando 24 horas lograron tapar 365 huecos que equivalen a 85,5 metros cúbicos de mezcla asfáltica aplicada, mientras el sistema tradicional en dos meses tapó 792 huecos rehabilitando 16,47 kilómetros-carril.

Sobre el comportamiento de la mezcla asfáltica los ingenieros de la UMV comprobaron que esta presenta una compactación favorable para la altura de la ciudad, resistiendo el peso de los vehículos. La primera fase de trabajos del parcheo en vías se concentrará en las localidades de Usaquén, Barrios Unidos, Fontibón, Suba y Engativá.

Las máquinas tienen un plan de trabajo para inyectar 15.684 metros cúbicos de mezcla asfáltica en los huecos a intervenir, la cual se deberá aplicar en un período de 72 días.

De acuerdo con los términos contractuales, las intervenciones que no superen los índices de calidad no serán pagadas al contratista, anunció en su momento el director de la UMV, Juan Carlos Abreo.

Según voceros de la UMV, es importante resaltar que en el contrato 638 del 27 de diciembre de 2013, cuyo objeto es “aplicar la tecnología de parcheo por inyección a presión neumática para acciones de movilidad en la malla vial de la ciudad de Bogotá. D.C.”, la empresa Green  Patcher Colombia SAS se compromete a inyectar 15.684 metros cúbicos de mezcla asfáltica en un período de seis meses.

En este sentido, la UMV sancionó a la empresa con 650 millones de pesos por incumplimiento y, adicionalmente, la empresa solicitó una nueva suspensión del contrato por 45 días.

El argumento de la contratista es que tenían muchos inconvenientes con la nacionalización de otras dos máquinas que, después de casi cuatro meses, por fin se las entregaron. En consecuencia, solicitaron la suspensión del contrato mientras ensamblan las máquinas. Los 45 días de suspensión se cumplieron el 5 de septiembre y ellos deben presentar un plan de contingencia y un plan de trabajo para seguir ejecutando el contrato.

Ante las versiones de prensa, en las que se cuestiona la forma como se realizó el contrato 638 de 2013 de Ciencia y Tecnología, Abreu dijo que solamente los entes de control serán los encargados de resolver la situación de los funcionarios señalados en las investigaciones que actualmente se adelantan, pero que el contrato sigue adelante mientras a él no se le ordene lo contrario, reiterando que no se puede violar el debido proceso.