Tambalea Portugal por ajuste presupuestal | El Nuevo Siglo
Miércoles, 3 de Julio de 2013

La inesperada  dimisión del ministro portugués de Finanzas, Vitor Gaspar, ferviente partidario del rigor presupuestario exigido por los acreedores del país, seguida por la del de Relaciones Exteriores, Paulo Portas, fragiliza al gobierno de centro-derecha ante una oposición de izquierda que exige legislativas anticipadas, en un contexto de creciente descontento social.

El jefe del Partido Socialista, principal partido de oposición, Antonio José Seguro, pidió una entrevista "urgente" con el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, para pedirle, según los medios portugueses, la convocatoria de elecciones anticipadas. Esta reunión se llevará a cabo hoy por la tarde, según la presidencia.

El actual gobierno de centro-derecha, dirigido por el primer ministro Pedro Passos Coelho, llegó al poder en junio de 2011 tras legislativas anticipadas convocadas por Cavaco Silva.

Ello se produjo después de que los socialistas entonces en el poder reconocieran el fracaso de su política económica y pidieran al FMI y a la Unión Europea (UE) un plan de rescate, en tres años y 78.000 millones de euros.

A cambio, Portugal negoció con sus acreedores un severo plan de ajuste que precisamente Gaspar, emblemático ministro de Finanzas del gobierno de Passos Coelho, tenía que implementar.

Argumentos

En su carta de dimisión, Gaspar, número dos del gobierno, admitió el lunes que su incapacidad para alcanzar sus objetivos presupuestarios había "minado" su "credibilidad". Justificó su decisión por una "erosión significativa del apoyo de la opinión pública" a su acción.

La inédita cura de rigor que Gaspar hizo aplicar provocó una recesión económica y una tasa de desempleo mucho mayor de lo esperado, sin lograr a cambio los objetivos fijados. El déficit portugués se elevaba en marzo a 10,6% del PIB, cuando la meta exigida es de 5,5% a fin de este año.

Veinticuatro horas después de la dimisión de Gaspar, anunció la suya el canciller Portas, que dirige además el pequeño partido conservador CDS-PP, lo que permitió al ejecutivo contar con una cómoda mayoría en el Parlamento.

Portas -convertido en número dos del ejecutivo tras la salida de Gaspar- había emitido muchas veces dudas sobre la validez de la política de austeridad, e incluso advirtió que podría romper la coalición en el gobierno si se llevaba a cabo un proyecto de aumentar los impuestos de las jubilaciones.

Más cuestionamientos

En su carta de dimisión, Portas cuestiona la elección por el primer ministro de Maria Luis Albuquerque, actual secretaria de Tesoro, para reemplazar a Gaspar. A su entender, ello supone mantener la política de austeridad. "Respeto esta decisión, pero estoy en desacuerdo" asegura Portas.

Por ello, no se prevé cambios en la política económica de Portugal, según los observadores.

"Vitor Gaspar se va, la austeridad se queda", resumía el diario económico Jornal de Negocios, un día después de la salida del ministro de Finanzas.

Un gobierno aislado

Pero el gobierno de Passos Coelho parece aislado a nivel interno, como lo demuestra la cuarta huelga general en dos años convocada la semana pasada por los sindicatos, o el llamado de la patronal a reconocer el fracaso de una estrategia cuyo único objetivo es restablecer la credibilidad de Portugal ante sus acreedores y ante los mercados.

Precisamente, el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, anunció que no ha aceptado la dimisión presentada horas antes por el ministro de Relaciones Exteriores y número dos del gobierno, Paulo Portas.

"Sería precipitado aceptar esta dimisión" ante la "amenaza de inestabilidad política que implicaría", afirmó Passos Coelho en un mensaje a la nación./AFP