Dos atentados suicidas con explosivos, reivindicados por los talibanes, contra autobuses del ejército dejaron al menos siete muertos la mañana del miércoles en Kabul, al día siguiente de la firma de un acuerdo de seguridad con Estados Unidos, indicó el Ministerio de Defensa afgano.
El portavoz de Defensa, general Zahir Azimi, indicó en su cuenta de Twitter que siete personas murieron y 15 resultaron heridas.
Poco antes, el general Farid Afzali, jefe de la policía de Kabul, avanzó la cifra de seis muertos y "al menos" unos 15 heridos. "Se produjeron dos atentados suicidas contra autobuses que transportaban personal del ejército", dijo a la AFP.
Los talibanes afirman que murieron 20 personas. "Es un mensaje claro al gobierno servil que ha firmado el pacto de esclavos (el acuerdo de seguridad con Washington, ndlr), y después de esto vamos a aumentar nuestros ataques", dijo a la AFP el portavoz de los talibanes Zabihullah Mujahid.
Los atentados del miércoles se produjeron dos días después de la investidura del presidente Ashraf Ghani, ceremonia enlutada por una serie de atentados suicidas que dejaron al menos siete muertos en la capital.
El último ataque de envergadura de este tipo en Kabul contra el Ejército se registró el 2 de julio, cuando un kamikaze talibán contra un autobús de las fuerzas aéreas afganas mató a ocho oficiales.
El Gobierno afgano firmó el martes con Estados Unidos y la OTAN un acuerdo de seguridad bilateral (BSA) para permitir que 12.500 soldados extranjeros permanezcan en el país en 2015.
El presidente estadounidense, Barack Obama, saludó la firma del acuerdo y evocó un día "histórico" para Afganistán.
El presidente saliente Hamid Karzai, que dirigió el país desde la caída de los talibanes en 2001, se había negado a firmar el documento.
La OTAN tiene unos 41.000 soldados en Afganistán y su misión de combate de combate expira en diciembre de 2014. En virtud del BSA, soldados alemanes, italianos y de otros países de la OTAN se incorporarán a una fuerza de 9.800 soldados estadounidenses hasta un total de 12.500 efectivos.
La nueva misión llamada "Resolute support" (apoyo resulto), se centrará en el entrenamiento y apoyo a las fuerzas afganas que combaten contra los insurgentes talibanes.
Estos últimos, muy activos durante el periodo estival de los combates, han multiplicado los ataques y repiten que lucharán hasta que todas las tropas extranjeras salgan del país.
La determinación de los talibanes no ha impedido que el nuevo presidente Ashraf Ghani propusiera el lunes unas negociaciones de paz a los rebeldes islamistas.