El Swansea, revelación de la temporada en la Premier League, se proclamó campeón por primera vez en su historia en la Copa de la Liga inglesa, goleando este domingo 5-0 en la final al Bradford, un equipo de la cuarta división que había eliminado a tres equipos de primera.
En el paseo triunfal de los galeses hasta el trofeo marcaron sendos dobletes Nathan Dyer (minutos 16 y 48) y el canadiense nacionalizado holandés Jonathan De Guzman (59 de penal, 90+1). El otro tanto fue obra del español Michu (40), estrella del equipo y que en la Premier League lleva 15 dianas esta campaña.
El Swansea del danés Michael Laudrup sucede en el palmarés de la Copa de la Liga al Liverpool, campeón de este torneo hace un año y consigue además la clasificación para disputar la próxima temporada la Europa League.
"Como jugador tuvo la oportunidad de jugador en importantes equipos de diferentes países. El Swansea no es el equipo más grande de la Premier League, pero estamos aquí, ganando un título, y esto es fantástico", celebró tras el partido Laudrup, exjugador de Barcelona y Real Madrid.
El partido había quedado pronto encarrilado para el favorito y además el arquero del Bradford, Matt Duke, fue expulsado en el 56, en la jugada del penal transformado por De Guzman.
Para el Swansea se trata del primer título importante, justo tras celebrar el centenario de su fundación en 1912, mientras que el Bradford se quedó sin poder emular a sus antepasados de 1911, que consiguieron el único gran trofeo de la historia del club, la Copa de Inglaterra.
La final de este domingo supuso un regreso a la realidad para el Bradford, que hasta ahora se había ganado el derecho a soñar tras dejar fuera de la competición a tres equipos de la élite, Wigan, Arsenal y Aston Villa
El primer gol del partido llegó en el minuto 16, cuando Duke bloqueó un disparo de Michu, pero Dyer apareció muy atento al rechace y consiguió abrir el marcador ante el primer equipo de la cuarta categoría que llega a la final del torneo desde que el Rochdale lo consiguiera en 1962.
Los 33.000 hinchas del Bradford que disfrutaron de esta jornada en Wembley siguieron manteniendo la fe en el milagro, pero comenzaron a perderla cuando el Swansea se puso con 2-0 antes del descanso, cuando Michu, que firmó su 19º gol de la temporada, recibiendo dentro del área y marcando con un certero disparo con la zurda.
En el inicio de la segunda parte, Dyer consiguió su segundo tanto de la tarde tras una gran jugada colectiva (48).
La expulsión de Duke y el penal transformado por De Guzmán (59) supuso el 4-0 y provocó un gran enfado de Dyer, que discutió abiertamente con integrantes de su equipo porque quería lanzar el penal para conseguir un triplete.
El último de la final llegó ya en el descuento, con los aficionados del Swansea celebrando, y el autor fue de nuevo De Guzman.
El Bradford sólo pudo lanzar un disparo entre los tres palos, en el 87, pero el portero alemán Gerhard Tremmel lo detuvo sin problemas.
"Hemos disfrutado de la experiencia y ahora volveremos a Bradford para disfrutar de los últimos quince partidos de liga. Tenemos opciones de ascender", dijo su entrenador, Phil Parkinson.
AFP.