Gabriel Sonny Cubillos
Periodista de EL NUEVO SIGLO
El hecho de que no haya comités promoviendo el voto en blanco para las próximas elecciones presidenciales sería suficiente para pensar que algo está funcionando mal con este mecanismo introducido por la reglamentación de la Reforma Política de 2011, sin embargo, son los propios ciudadanos que intentaron participar en esta oportunidad los que aseguran que se han puesto todo tipo de trabas para evitar la difusión de esta opción.
Solamente un comité promotor del voto en blanco se inscribió el pasado 6 de febrero ante la Registraduría Nacional con miras a los comicios de presidente y vicepresidente de la República del próximo 25 de mayo. Se trata del comité denominado S.O.S. Sin Odio Social, sin embargo, la misma quedó sin efecto porque no entregó las 50 mil firmas de respaldo, para lo cual tenía plazo hasta el 7 de marzo pasado.
La ausencia de comités promotores del voto en blanco en estas elecciones tendría su explicación en los requisitos para su inscripción que estableció el Consejo Nacional Electoral. Por lo menos así lo considera Alfredo Henao, integrante del comité Colombianos por el Voto en Blanco. “Se nos exige unas firmas, se nos exige unas garantías en dinero cuantiosas que no tiene el pueblo de a pie. Y por otro lado se están desconociendo normas como la establecida en el 2009, en el Acto Legislativo 01, donde se habla de la mayoría simple, entonces se quiere hacer creer a través de las autoridades que el voto en blanco necesita mayoría absoluta y eso no es cierto”.
Henao indicó que la normatividad que estableció el Consejo Nacional Electoral pretende equiparar a los comités promotores del voto en blanco con los grupos significativos de ciudadanos, “pero no somos grupos significativo de ciudadanos, se trata del constituyente primario, nada menos que el pueblo colombiano”.
Otros colectivos ciudadanos como el Comité Impulso al Voto en Blanco y el Comité Colombia Voto en Blanco finalmente tampoco lograron inscribirse para promocionar esta opción en los comicios presidenciales de este año.
En la Resolución 0920 de 2011 el Consejo Nacional Electoral estableció los requisitos para la inscripción de las campañas de promoción del voto en blanco, los cuales deben estar integrados por cinco ciudadanos y para constituirse requerirán de un número de apoyos, representados en firmas, de los ciudadanos hábiles para votar en la circunscripción en la que se promueve el voto en blanco, equivalentes al 20% del resultado de dividir el número de ciudadanos aptos para votar entre el número de puestos por proveer en la elección en la que se promociona la opción. En ningún caso se exigirán más de 50 mil firmas.
El más reciente antecedente del voto en blanco data de las elecciones de Parlamento Andino en marzo pasado, cuando ganó con 3.623.193 votos.
Exceso de requisitos
La directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), Alejandra Barrios, indicó que “cuando se ganó que el voto en blanco tuviera un efecto político y que se demostrara el rechazo de los ciudadanos a los candidatos que se estaban presentando, a partir de la diferente reglamentación que se ha venido dando, eso que se ganó, que fue un triunfo real de la ciudadanía, empezó a cambiarse. Y entonces empiezan a ponerse tantos requisitos como si el voto en blanco más que una expresión ciudadana de crítica, de rechazo a las campañas o al sistema político, fuera una campaña más, y eso termina desvirtuando el verdadero sentir del voto en blanco”.
Añadió que hoy el voto en blanco es una expresión ciudadana que normalmente es espontánea y que se mueve a través de las redes sociales y que no es orgánica, “porque no es una campaña, no tiene militantes, no tiene que llenar listas, se mueve de una manera muy libre. Todos los requisitos que le están poniendo al voto en blanco para que pueda tener una expresión efectiva en las urnas y para que pueda ser una expresión efectiva de la ciudadanía, lo que hace es entorpecer eso”.