Tras el anuncio sobre el muy posible aumento de precios en la carne y la leche, producto de la sequía, uno de los gremios ganaderos indicó que dicho incremento se viene dando desde el primer semestre y que en el segundo la situación será similar. Sin embargo, el sector lácteo considera que no hay lugar para una alerta.
Por un lado el presidente de la Unión Nacional de Asociaciones Ganaderas Colombianas (Unaga), Ricardo Sánchez Rondón, comentó a EL NUEVO SIGLO que “en el periodo transcurrido del primer semestre del año ya se vislumbran impactos preliminares del impacto del Fenómeno de El Niño en los precios del consumidor”.
Además, “el IPC de carnes tiene un peso del 4,29% en la canasta familiar y ha tenido un incremento en el primer semestre del 3,5%. Es superior al que se generó en el mismo semestre del año anterior”.
“En el caso de los lácteos, que pesan 2,54% en la canasta familiar, los precios han aumentado en el primer semestre de 2014 en 2,5%, y en el mismo tiempo del año anterior el incremento solo fue del 0,8%”.
Aseguró que en el segundo semestre del año siempre esperan que se amortigüen los efectos de la inflación, porque hay una mayor oferta de productos. “Si el Fenómeno de El Niño se presenta no se dará lugar a que se amortigüen esos efectos, lo que Unaga prevé es un efecto anual de El Niño por parte de lácteos y cárnicos entre el 0,3% y 0,5%, equivalente a una quinta parte del total”, dijo.
Trajo a colación lo que pasó en 2007, cuando sucedieron episodios similares, “y con el Fenómeno de El Niño la oferta de leche se contrajo por encima del 3%. Esto dio lugar a que los precios al consumidor aumentaran cerca de un 5%”.
En el caso de la carne, la oferta disponible también se contrajo en el 1%. Los efectos del Fenómeno de El Niño en 2007 y 2008 fueron cercanos a una quinta parte del Índice de Precios al Consumidor, “por eso en Unaga consideramos que ese puede ser el equivalente a suceder en el segundo semestre del año”.
Al ser preguntado por un posible desabastecimiento agregó que “más que ello, lo que se contrae es la oferta, y lo mismo pasa en leche. Somos autosostenibles en carne y leche, pero sí creo que la leche se contraerá en oferta por encima del 3% y la carne en un 1%”.
Por ello cree en la necesidad de que se generen medidas anticíclicas por parte del Gobierno, para que el impacto no sea tan importante.
Calma
De otro lado, el director Ejecutivo de la Asociación Colombiana de Procesadores de Leche, Asoleche, Jorge Andrés Martínez, cree que hasta el momento esa situación no se dará.
“Por supuesto estamos monitoreando el tema y en permanente medición, pero hasta el momento no es esa la situación, no hay desabastecimiento”, añadió.
En cuanto a la sequía que afecta algunas zonas del país, indicó que hasta el momento hay situaciones puntuales en algunos municipios, pero en general hay abastecimiento de leche. “Incluso estamos creciendo en el acopio regional de leche, para tener un promedio nacional de casi el 4% en el último periodo”, sostuvo.
Por ello, “el mensaje de tranquilidad para el país es que tenemos un abastecimiento de leche en este momento”.
Recordó que las compras de leche en los primeros cinco meses del año, al compararse con el año anterior, se presenta un incremento de acopio del 4%. “Hablamos de 3 mil millones de litros de leche en el acumulado”, afirmó.
Impacto en arroceros
La Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), dio a conocer “la grave afectación que sobre el sector arrocero de la costa norte está ocasionando la fuerte sequía que se presenta en esta región en las últimas semanas”.
Para ello “se llevó a cabo un estudio técnico que cubrió en una primera etapa el norte del Cesar y La Guajira, analizando el grado de humedad del suelo, las fases de crecimiento de la planta y el efecto producido por el déficit hídrico”, así como el estado de las fuentes de agua.
Los resultados indican que “de las 5.697 hectáreas sembradas en el 2014 y que comprenden el área de estudio, hay 2.696 hectáreas totalmente irrecuperables, es decir el 47% del área”.
Lo que implica pérdidas cercanas a los “7 mil millones de pesos, correspondientes a los costos de producción incurridos, pero sin incluir los efectos adicionales a la economía de la región, por las 15 mil toneladas de arroz que dejarán de venderse”.
Fedearroz llamó la atención sobre las consecuencias de esta situación, que no solo afecta a agricultores, el 41% de los cuales no siembran más allá de 10 hectáreas, “sino a toda una comunidad que deriva su ingreso de esta actividad, que se verá estancada en el segundo semestre del 2014 por la imposibilidad de sembrar”.