Con un fútbol de estilo sudamericano, Japón se impuso 3-1 a Venezuela y se clasificó a los octavos de final del Mundial-Sub 17, en el que la 'Vinotinto' quedó muy comprometida tras sumar su segunda caída consecutiva, tras el 1-2 con Túnez en su estreno mundialista absoluto.
Los subcampeones asiáticos se llevaron la victoria con goles de Taro Sugimoto (7) y un doblete de Ryoma Watanabe (44, 78 de penal), mientras el delantero José Caraballo (17) había establecido la igualdad transitoria, que resultó apenas un espejismo en un encuentro con claro dominio asiático.
El portero criollo Beycker Velásquez fue la gran figura de los sudamericanos, evitando una goleada mucho mayor.
A primera hora por esta misma llave D, los tunecinos superaron 1-0 al campeón europeo Rusia y también se aseguraron un lugar en octavos de final, al alcanzar con Japón seis unidades, por lo que a la Vinotinto Sub-17 sólo le queda golear a Rusia para soñar con ser uno de los cuatro mejores terceros, el jueves.
"Ésa es un posiblidad que vamos a buscar, pero lo más difícil será levantar el orgullo, recuperar mentalmente a los muchachos porque ha sido una dura derrota", dijo el DT venezolano Rafael Dudamel.
Tras dos fechas, Japón y Túnez mandan con seis puntos mientras rusos y venezolanos cierran en blanco la tabla.
En su debut, Venezuela había controlado la posesión del balón y pagó caro su falta de definición contra las africanos. Pero este lunes nada fue igual. Japón resultó un rival de otro calibre, que se disfrazó de equipo sudamericano moderno, con toque, explosión y buen trato de pelota, con el capitán Watanabe como constante pesadilla para la defensa vinotinto con su zurdita mágica.
Japón metió el primer golpe enseguida, con un desborde con centro de la muerte de Suzuki, que terminó embocando Sugimoto tras un despeje errado de la zaga sudamericana.
"Jugamos contra un rival sencillamente espectacular. No es normal que un equipo de esta categoría juegue tan maravilloso como lo ha hecho Japón, con una buena tenencia de la pelota, con técnica, destreza, con coordinación en todas sus líneas", declaró Dudamel a la televisión venezolana.
Venezuela llegó a la igualdad con una fórmula parecida: desborde por derecha de Caraballo que no pudo empujar Nico Márquez, quien una vez más no logró meterla tras centro seguido desde la izquierda y, finalmente, la terminó mandando al fondo con un zurdazo Caraballo (17).
Pero el 1-1 fue apenas una ilusión óptica.
A los los 34 Japón hizo una jugada bien construida, con toque y profundidad hasta que le metieron un pase en profundidad para una diagonal de Sugimoto, quien metió un zurdazo letal, pero Velásquez hizo una de sus grandes tapadas de la noche.
Kyoga Nakamura, siempre criterioso, volvió a probar a Velásquez con un fierrazo que el portero rechazó en dos tiempos, la segunda sobre la línea (39), en momentos que los asiáticos acorralaron al subacampeón sudamericano.
La noche estelar de Velásquez impedía lo que se veía venir y llegó con un pase qurírgico de Nakamura para Tokuma Suzuki, que centró y Watanabe (44) la mandó al fondo.
El segundo tiempo fue otro festival de posesión de balón, desbordes y remates nipones, aunque la falta de puntería le impidió a los Guerreros sellar la historia mucho antes, también por culpa de un Velásquez gigante.
Pero la manzana madura cayó a los 78 minutos, con un penal que cambió por gol Watanabe, la figura de la noche contra una Venezuela que intentó rebelarse, como con esa mediavuelta de Marquina (66), pero la diferencia era muy grande y los de Rafael Dudamel ya parecían una sobra de aquel once del Sudamericano.
"Hay que luchar hasta el final, no va a ser fácil, pero la verdad es que hoy hemos sido superados como nunca en nuestra preparación, como nunca en nuestro ciclo de trabajo", apuntó el DT./AFP